3 de febrero 2018. El Papa Francisco advirtió a los que
ostentan el poder económico y financiero que “la usura es un pecado grave”
porque “mata la vida, pisotea la dignidad de las personas, es vehículo de
corrupción e impide el bien común”. Por ello, invitó a las autoridades de los
países a que tomen las medidas pertinentes para evitar estos comportamientos
que, al igual que otras actitudes corruptas e inmorales en el ámbito de la
economía, se encuentran detrás de las graves crisis económicas y financieras
que atenazan el mundo.
“En la base de la crisis económica y financiera hay
siempre una concepción de vida que pone en primer lugar el beneficio y no la
persona. La dignidad humana, la ética, la solidaridad y el bien común deberían
situarse siempre en el centro de las políticas económicas emprendidas por las
instituciones públicas”.
El Santo Padre hizo esta valoración en la audiencia que
concedió este sábado 3 de febrero en el Palacio Apostólico del Vaticano a los
miembros del Consejo Nacional Anti-usura, institución dedicada a luchar contra
las prácticas usureras y sus nocivos efectos sobre las familias, sobre todo
aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. La usura, explicó el
Pontífice, “debilita también los fundamentos sociales y económicos de un país.
De hecho, con tantos pobres, tantas familias endeudadas, tantas víctimas de
graves delitos y tantas personas corruptas, ningún país puede programar una
seria recuperación económica, ni tampoco proporcionar seguridad”. El Papa alabó
la actividad del Consejo Nacional Anti-usura y destacó que “en los primeros
veintiséis años de vuestro servicio habéis salvado de las garras de las deudas
usureras y del riesgo de la usura a 25 mil familias; habéis salvado sus casas y
sus pequeñas empresas, les habéis ayudado a recuperar la dignidad de la cual
habían sido desposeídos. Esto merece un gran reconocimiento”.
“La usura humilla y mata –insistió–. La usura es un mal
antiguo que, lamentablemente, todavía actúa, como una serpiente, estrangulando
a sus víctimas. Es necesario prevenirla, sustrayendo a las personas de la
patología de la deuda adquirida para la subsistencia o para salvar una
empresa”. En este sentido, sugirió reforzar la educación como un método para
prevenir comportamientos usureros, o para evitar caer en las redes de la usura.
La usura, dijo, “se puede prevenir educando en un estilo de vida sobrio, que
sepa distinguir entre aquello que es superfluo y lo que es necesario, y que
permite evitar contraer deudas para adquirir cosas a las cuales se podría
renunciar. Es importante recuperar la virtud de la pobreza y del sacrificio: de
la pobreza, para no volverse esclavos de las cosas, y del sacrificio, porque de
la vida no se puede recibir todo”.
“Es necesario formar una mentalidad basada en la legalidad y
en la honestidad, en las personas y en las instituciones; incrementar la
presencia de un voluntariado motivado y disponible hacia los necesitados, para
que estos se sientan escuchados, aconsejados, guiados, para recuperarse de sus
condiciones humillantes”. El Papa Francisco finalizó su discurso invitando a
“dialogar con todos los que tienen responsabilidad en el campo de la economía y
de las finanzas, para que promuevan iniciativas que permitan prevenir la
usura”. Fuente: Aciprensa.