4 de mayo 2018. A partir de la Primera Lectura del día, del
Libro de los Hechos de los Apóstoles, en el que se narran los problemas que
padecía la comunidad cristiana de Antioquía, el Papa Francisco reflexionó en la
homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este viernes 4 de mayo
sobre la importancia del Obispo en la vida de la Iglesia particular.
En la
Lectura se narra cómo al ser conocedores del desaliento de la comunidad de
Antioquía por la acción de determinadas personas que trataban de reconocerse
como poseedores de la ortodoxia, los apóstoles enviaron una carta en la que
aclaraban la doctrina. El fragmento del Libro de los Hechos de los Apóstoles
finaliza señalando que los cristianos de Antioquía leyeron la carta “y se
gozaron al recibir aquel aliento”.
De esta manera, “los apóstoles,
los Obispos de hoy, confirman al pueblo en la fe”, señaló el Santo Padre. “El
Obispo es el que supervisa, el que vigila. Es el centinela que hace guardia
para defender al rebaño de los lobos que acechan”. “Hacer guardia significa
implicarse en la vida del rebaño. Jesús distingue bien al verdadero pastor del
rutinario, de aquel que se mueve por el sueldo y que no le interesa si viene el
lobo y se come a una. No le interesa”. Por el contrario, continuó el Papa, “el
verdadero pastor que vigila, que se implica en la vida del rebaño no sólo
defiende a todas las ovejas, sino que defiende a cada una, confirma a cada una,
y si una se va, o se pierde, va a buscarla y la devuelve al redil. Está tan
implicado que no permite que se pierda ninguna”. Francisco subrayó que Jesús
concibió la figura del Obispo como un pastor cercano que conoce el nombre de
cada una de sus ovejas.
“Cuántas veces hemos escuchado decir: ‘¡Este Obispo! Sí, es
bueno, pero no se preocupa mucho por nosotros, siempre está ocupado’. O
también: ‘Este Obispo se involucra en negocios, es un poco negociante, y eso no
es bueno’. O ‘este Obispo siempre con la maleta en mano, siempre de viaje por
todos lados’”. La conclusión del Papa fue que “el Pueblo de Dios sabe cuándo el
pastor es pastor, cuándo el pastor es cercano, cuando el pastor sabe hacer
guardia y dar la vida por ellos. La cercanía”. El Pontífice finalizó su homilía
pidiendo al Señor “que nos conceda siempre buenos pastores, que no falte en la
Iglesia la protección de los pastores: no podemos ir adelante sin ellos. Que
sean hombres así, trabajadores, de oración, cercanos, cercanos al pueblo de
Dios. Digámoslo, en una palabra: hombres que sepan hacer guardia”. Lectura comentada por el Papa Francisco: Hechos
15:22-31 Fuente: Aciprensa.