18 de mayo 2018. Durante la homilía de la Misa que presidió
este viernes 18 de mayo en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco
aseguró que el pastor no debe caer en la tentación de “meter la nariz en la
vida de los otros”. Al meditar en el pasaje del Evangelio que narra el último
diálogo entre el Señor y Pedro, Francisco explicó que “el pastor ama, pastorea
y se prepara para la cruz, para que lo desnuden: y no mete la nariz en la vida
de los otros,
no pierde el tiempo en los acordes eclesiásticos. Ama, pastorea y
se prepara para no caer en la tentación”.
En su homilía, el Pontífice recordó que la actitud
fundamental del discípulo es el amor que configura “la identidad de un obispo,
de un sacerdote, de un pastor”. “Ámame, pastorea y prepárate’. Ámame más que
los otros, ámame como puedas, pero ámame. Es lo que el Señor pide a los
pastores y también a todos nosotros. ‘Ámame’. El primer paso en el diálogo con
el Señor es el amor”, dijo. El Papa señaló luego que los que abrazan al Señor
están destinados al “martirio”, a “llevar la cruz”, a ser conducidos adonde no
quieren. “Prepárate para las pruebas, prepárate a dejar todo para que venga
otro y haga cosas distintas. Prepárate para la aniquilación de la vida porque
te llevarán a un camino de humillación, tal vez al martirio”.
Francisco resaltó asimismo que “aquellos que cuando tú eras
pastor te alababan y hablaban bien de ti ahora hablarán a tus espaldas porque
el otro que viene parece más bueno. Prepárate para la cruz cuando te lleven
donde no quieras. Ámame, pastorea, prepárate. Esta es la hoja de ruta de un
pastor, la brújula”. Fuente: Aciprensa.
Evangelio predicado por el Papa: “Después de haber comido, dice Jesús a
Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor,
tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.» Vuelve a
decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú
sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.» Le dice por
tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le
preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo;
tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas. «En verdad, en
verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías;
pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará
adonde tú no quieras.» Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a
glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme.» Juan 21 15-19.