23 de mayo 2018. El Papa Francisco inició un nuevo ciclo de
catequesis sobre el Sacramento de la Confirmación en la Audiencia General del
miércoles, aprovechando la reciente celebración de Pentecostés, en la que habló
del “testimonio que el Espíritu Santo suscita en los bautizados”.
“Aquél que de verdad puede ser sal que da sabor y preserva
de la corrupción, y luz que ilumina el mundo, es solo el Espíritu Santo”,
señaló para añadir después que “el testimonio cristiano consiste en hacer sólo
todo aquello que el Espíritu de Cristo nos pide, concediéndonos la fuerza de
cumplirlo”.
Francisco aseguró que “renacer a la vida divina en el
Bautismo es el primer paso” y para esto “hay que comportarse como hijos de
Dios, es decir, conforme a Cristo que trabaja en la santa Iglesia, dejándose
alcanzar por su misión en el mundo”. Recordó que “como toda la vida de Jesús
fue animada por el Espíritu, así también la vida de la Iglesia y de cada uno de
sus miembros está bajo la guía del mismo Espíritu”. “El respiro de Cristo
Resucitado llena de vida los pulmones de la Iglesia, y en efecto, las bocas de
los discípulos, ‘colmadas de Espíritu Santo, se abren para proclamar a todos
las grandes obras de Dios”.
El Pontífice expresó que Pentecostés “es para la Iglesia
aquello que para Cristo fue la unción del Espíritu recibida en el Jordán, es
decir, el impulso misionera de consumir la vida para la santificación de los
hombres, a gloria de Dios”. “En todo sacramento opera el Espíritu, y en modo
especial en la Confirmación”, subrayó. El Santo Padre concluyó recordando que
en este Sacramento “es Cristo el que nos colma de su Espíritu, consagrándonos
sus testigos, partícipes del mismo principio de vida y de misión según el
diseño del Padre celeste”. Fuente: Aciprensa