26 de mayo 2018. El Papa Francisco denunció que actualmente
existe una “trágica y falsa dicotomía” entre la ética y la economía, durante su
discurso a los miembros de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice,
presentes en Roma para un congreso por sus 25 años de creación. Así lo indicó
el Santo Padre en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano en sus palabras
a los participantes del congreso que se desarrolla del 24 al 26 de mayo sobre
el tema “Nuevas políticas y estilos de vida en la era digital”.
El Papa alertó que “con mucha frecuencia una trágica y falsa
dicotomía –parecida a la fractura artificiosa entre ciencia y fe– se ha
desarrollado entre la doctrina ética de nuestras tradiciones religiosas y los
intereses prácticos de la actual comunidad de los asuntos económicos. Pero
existe una natural circularidad entre el provecho y la responsabilidad social”.
Citando un reciente documento del Vaticano que alienta a
evitar actividades financieras que puedan desencadenar nuevas crisis
económicas, el Pontífice resaltó que “de hecho existe un ‘nexo indisoluble
entre una ética respetuosa de las personas y del bien común con la real
funcionalidad de todo sistema económico y financiero’”. “En una palabra, la
dimensión ética de las relaciones sociales y económicas no puede ser importada
a la vida y a las actividades sociales desde el exterior, sino que debe emerger
del interior. Esto es, naturalmente, un objetivo a largo plazo, que reclama el
esfuerzo de toda persona e institución en el seno de la sociedad”.
Tras lamentar la expansión de la cultura del descarte y de
la globalización de la indiferencia que siempre afectan a los más vulnerables,
entre ellos los migrantes, el Pontífice resaltó que “su fundación tiene un
papel importante que cumplir al portar la luz del mensaje evangélico sobre
estas exigencias humanitarias, para ayudar a la Iglesia a cumplir estos
aspectos esenciales de su misión”.
El Papa también destacó que “uno de los desafíos ligados a
esta temática es la amenaza que las familias están afrontando a causa de las
inciertas oportunidades de trabajo y del impacto de la revolución de la cultura
digital”. Francisco también se refirió a los jóvenes, “un ámbito decisivo en el
cual la solidaridad de la Iglesia es efectivamente necesaria. Vuestra contribución
es una expresión privilegiada de la atención de la Iglesia para el futuro de
los jóvenes y de las familias”. El Papa saludó al Patriarca ortodoxo Bartolomé,
presente en el evento, y luego de resaltar la colaboración ecuménica en este
ámbito, alentó a la fundación a proseguir su tarea. “Los aliento a perseverar
en este esfuerzo que contribuye a construir una cultura global de justicia
económica, de igualdad y de inclusión”, concluyó.
La Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice fue creada por
San Juan Pablo II en 1993 con la intención de promover la Doctrina Social de la
Iglesia. Su nombre proviene de la encíclica Centesimus Annus escrita por el
Papa peregrino en 1991, al cumplirse los 100 años de la publicación de la Rerum
Novarum, la encíclica social en la que el Papa León XIII defendió a los obreros
y trabajadores. Fuente: Aciprensa. Walter Sánchez Silva.