11 de diciembre 2018.
Padre. Jorge Bustamante Mora: Conferencia Episcopal de Colombia. ¡Llegan días de gran alegría! ¡Llegó
diciembre! Época marcada por sentimientos muy vivos como el gozo, la amistad,
el compartir, florecen sentimientos de reencuentro y vivencia familiar o
comunitaria; es tiempo de adornos, luces, colores, tradiciones y platos
típicos… porque llegó navidad. Pero me pregunto, ¿Se tiene claro qué es lo que
acontece? A esto me refiero con el refrán de “cuentas claras y chocolate
espeso” me permitiré en estas líneas llamar “al pan pan y al vino vino” o como
diría mi abuela “poner los puntos sobre las íes”.
¡Indudablemente diciembre es un tiempo cristiano! Quien da
el sabor y el son a este tiempo es Cristo, Él es el centro del acontecimiento,
pues Navidad es la celebración de su nacimiento, que llamamos “Natividad de
Jesús”, es un tiempo que la experiencia cristiana ha marcado con su amor y
vivencia, pero que con el correr de los años se ha hecho común a todos y se
volvió una celebración del pueblo en general, y es aquí donde han entrado
ciertas costumbres que colocan en riesgo la naturaleza y correcta vivencia de
estos tiempos.
La Iglesia del pasado tuvo la genialidad de cristianizar
este tiempo dedicado a la celebración y recuerdo del nacimiento del Hijo de
Dios. Hoy, a causa de los cristianos que no tienen “cuentas claras”, corremos
el riesgo de permitir que la fiesta de la Navidad se convierta en una mezcla de
paganismo, de mundanidad, es decir ceder al espíritu del mundo, que invita con
todos sus tentáculos a actuar a espaldas de Cristo buscando su propio goce y no
la gloria de Dios; esto lo hace de una manera tan sutil que parece no ser
peligro para la fe. Coloquemos algunos puntos.
¿Cuándo comienza y cuando termina? El cristiano católico debe saber que el
Adviento y Navidad son tiempos litúrgicos de la Iglesia, que ella, siguiendo
sus ritmos, determina su inicio y finalización, los cuales no tienen fecha
fija. Inicia el Adviento el domingo siguiente a la Fiesta de Cristo Rey, es
para esta fecha que se colocan los arreglos de navidad; Navidad termina con la
Fiesta del Bautismo del Señor Jesús, hasta este día deberían estar las casas de
los cristianos adornadas con lo propio de la Navidad. ¡No te dejes robar estos
tiempos! El comercio coloca sus arreglos con un mes de anticipación, y a
finales de diciembre ya los retira. La razón es que a ellos no les interesa
vivir estos tiempos, lo hacen para generar ambiente de ventas, por eso entre
más temprano más ventas, y cuando ya no habrá ventas, hay que recoger los
adornos y poner otros… ¡No siga el ritmo del comercio! ¡Siga el ritmo de la
vida cristiana!
¿Qué arreglos colocar en mi casa? En el hogar de un
cristiano católico no debe faltar, en ningún diciembre, el pesebre. El centro
de todos los arreglos es el “Belén” que nos recuerda el nacimiento del Niño Jesús,
Hijo de Dios. La Imagen del Niño, se puede colocar en una mesita, en espera de
ser colocado en el pesebre, no escondido, hay que colocarlo a la vista de
todos, donde quien llegue reciba así el testimonio de vida cristiana. La
mundanidad se ha entrado en las familias y ya en muchos hogares católicos no se
viste el pesebre, sino un “árbol”, en estos días el Papa Francisco ha
recordado: “En navidad se celebra el nacimiento de Jesús, no el nacimiento de
un árbol decorado”, el árbol de navidad es un signo que no remplaza el pesebre,
no hay que desechar el pesebre para colocar costosos árboles, el Dios que nace
es el Dios del amor de la pobreza.
En muchas familias y lugares públicos se ha remplazado el
nacimiento de Jesús por un viejo, barbado, barrigón y vestido de rojo, que
absolutamente nada tiene que ver con la experiencia cristiana, ese viejo,
apareció así envejecido en las dimensiones del comercio, que ha querido hacerle
creer a los cristianos católicos que se trata de un santo, ¡no sea tan
inocente! Navidad es la llegada del Hijo de Dios no de un viejo burlón, “jo,
jo, jo”. En los hogares de los católicos no debe haber imágenes de este viejo.
Coloque muchos Niños Jesús, estrellas, luces, signos que hablen del gran
acontecimiento: Nacimiento de Jesús.
Hagamos una cruzada de vivencia cristiana que dé testimonio
de lo que creemos y celebramos, no nos dejemos robar el sentido cristiano del
Adviento y la Navidad, hay que permanecer “vigilantes y en oración”. Inicie y
termine estos tiempos con la Iglesia, arregle su pesebre, para que el mensaje
entre por los ojos, cante villancicos de Jesús, de la Virgen, de san José, no
de renos ni cosas raras.
El mundo nos quiere quitar a Jesús y remplazarlo por
cualquier cosa, necesitamos héroes de la fe como la niña de 10 años, que en una
escuela en la Riviera Italiana Brenta lideró una protesta porque su maestra
quiso quitar de un villancico el nombre de “Jesús” para no ofender a alumnos de
otras religiones no cristianas, la reacción de esta valiente cristiana le ha dado
la vuelta al mundo. La navidad es cristiana, quien la célebre respete su
sentido cristiano, y el cristiano no corra tras de expresiones paganas o
mundanas que quieren meter en la Navidad, es decir “Cuentas claras y chocolate
espeso”.