17 de septiembre 2019. Compasión y justicia verdadera: esos
han sido los dos conceptos sobre los que el Papa Francisco reflexionó en la
homilía de la Misa celebrada este martes 17 de septiembre en la Casa Santa
Marta. Para el Pontífice, una lleva a la otra. “La compasión te hace ver la realizad como es. La compasión es como
la lente del corazón: nos hace captar las dimensiones reales”.
“En muchas ocasiones, en el Evangelio, vemos cómo Jesús cae
preso de la compasión. La compasión también es el lenguaje de Dios. En la
Biblia no comienza a partir de Jesús. Dios ya le había dicho a Moisés: ‘He
visto el dolor de mi pueblo’. Es la compasión de Dios la que le lleva a enviar
a Moisés a salvar al pueblo”.
Por ello, Francisco resaltó que “nuestro Dios es un Dios de
compasión, y la compasión, podríamos
decir, es la debilidad de Dios, pero también su fuerza. Es lo mejor que nos
da, porque es la compasión la que lo mueve a enviar al Hijo a nosotros. La
compasión es un lenguaje de Dios”, aseguró.
El Santo Padre rechazó que la compasión se pueda identificar
con un “sentimiento de pena”. De hecho, es “involucrarse en el problema del otro,
es jugarse la vida por él”. Frente a la compasión, como lenguaje de Dios, el
Papa contrapuso la indiferencia que, muchas veces, “es el lenguaje humano”. “Nuestra indiferencia. Cuántas veces
miramos a otra parte y cerramos la puerta a la compasión. Debemos hacer un
examen de conciencia: ¿Miro habitualmente a otra parte? ¿O dejo que el Espíritu
Santo me lleve por el camino de la compasión?”.
Finalmente, el Papa se refirió a una palabra presente en el
Evangelio del día y en la que la compasión
se encuentra con la justicia: restituir. “Restituir es un acto de justicia.
La compasión nos lleva por el camino de la justicia verdadera”. “Es necesario
siempre restituir aquello a lo que se tiene derecho. Eso nos salva del egoísmo,
de la indiferencia, de cerrarnos en nosotros mismos”. El Papa Francisco
finalizó pidiendo que “el Señor tenga compasión también de cada uno de
nosotros. Tenemos mucha necesidad de ella”. Evangelio comentado por el Papa
Francisco: Lucas 9:23-26 Fuente: Aciprensa. Redacción.