EN LA CRUZ ESTÁ EL AMOR MISERICORDIOSO DE DIOS Evangelio sábado 30 de septiembre 2023
EN LA CRUZ ESTÁ EL AMOR
MISERICORDIOSO DE DIOS
Evangelio sábado 30 de
septiembre 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Estando todos maravillados por todas
las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas
palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.» Pero
ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado su sentido de modo que
no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.” Lucas 9,
43b – 45.
Hay momentos en que la mente, los
sentimientos, no logran dar respuesta a dos momentos en la vida de Jesús de
Nazareth. Desde un punto de vista, el Maestro quiere anunciar la pasión,
muerte y resurrección a sus seguidores. Desde otro ángulo, todos vivían
maravillados de todo lo que hacía el Salvador, su santidad de vida, sus milagros,
su sabiduría, su grandeza. Aparentemente las Palabras del Hijo de Dios pueden
parecer trágicas ante el posible final feliz que esperaban todos aquellos que
lo conocían. ¿Cómo disolver el dilema?
La misión que pide el Maestro a los que
creen en Él comprende la Cruz, el sacrificio, la perseverancia, el dolor, el
sufrimiento. La respuesta al dilema, es no tener miedo. Mientras el mundo
esperaba un Mesías glorioso, la voluntad del Padre celestial para con su propio
Hijo es que con los méritos de su pasión y Cruz ofreciera la salvación de la
humanidad. Así lo había profetizado “En sus llagas hemos sido curados” (Isaías
53, 5). La Cruz se va a convertir en el
medio eficaz para la salvación del mundo, para la santificación de las
personas, para la superación de las debilidades.
La teología en nuestra Iglesia Católica
enseña que Jesucristo al entregar su vida en el madero de la Cruz instituyó la
nueva alianza. (cfr. Isaías 42, 6). Si Cristo se sacrificó por nosotros en
la Cruz, ese mismo hecho nos permite pensar en expiación de nuestros pecados. Así lo predicó el apóstol san Pablo
“Mediante la fe, se obtiene por su sangre, el perdón de los pecados”. (Romanos
3, 25).
Sabemos que la Cruz guarda el significado de la redención de la humanidad: “Por
la muerte de Cristo en la Cruz, Dios perdonó nuestros pecados y nos liberó de
toda culpa”. (Efesios 1, 7). Cristo murió por nuestros pecados para llevarnos a
Dios. (1 Pedro 3, 18).
El Papa Benedicto XVI enseña que en la Cruz
se manifiesta el amor gratuito y misericordioso de Dios. La cruz, por todo
lo que representa y también por el mensaje teológico que contiene, es escándalo y necedad. Lo afirma el
Apóstol con una fuerza impresionante, que conviene escuchar de sus mismas
palabras: "La predicación de la cruz es una necedad para los que se
pierden; mas para los que se salvan —para nosotros— es fuerza de Dios. (1
Corintios 1, 18-23). (Audiencia, 29 de octubre, 2008).
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