ESCUCHAR Y OBEDECER A LA PALABRA DE DIOS Evangelio lunes 25 de septiembre 2023
ESCUCHAR, Y OBEDECER A LA
PALABRA DE DIOS
Evangelio lunes 25 de
septiembre 2023
Padre, Jairo Yate
Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende
un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el
candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a
descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si
me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta
lo que cree tener.» Lucas 8, 16-18.
¿Dónde estará la dificultad para una
persona que escucha la Palabra de Dios y no logra ponerla en práctica? Las respuestas pueden ser variadas. Exceso de
emotividad. Poco tiempo para la reflexión de la Palabra. Oración y palabra no
se encuentra. Pasa el tiempo y la persona no logra madurar de acuerdo a la
Palabra. Muchos usan la Palabra para darle cátedra a los demás.
Otros no logran el ideal de conservar la
Palabra con un corazón bueno y recto. Parece ser que el problema central está
en el escuchar. “Será bienaventurada
aquella persona que escuche la Palabra de Dios y la cumpla”. (Lucas 11, 28).
¿Por qué será que para muchas personas la
Palabra no tiene el poder, el valor y la eternidad que la misma Biblia pregona? Problema serio en muchas personas, que no han
logrado descubrir para sus vidas, el valor de la Palabra. Pienso que si lográramos detener el impulso
de nuestros sentimientos y acondicionar la Palabra en el puesto que ella se merece,
habría un camino nuevo en nosotros.
Escuchar
a Dios en su Palabra tiene su secreto y sus beneficios. Las
ovejas debemos escuchar la voz de Dios y seguirlo solo a Él. La Palabra
advierte que todos los que han venido antes que Él son ladrones y bandidos,
pero las ovejas no los escucharon. (cfr. Juan 10, 9-10).
Existen momentos en que la Palabra de Dios
se vuelve más exigente. Es necesario creer para poder entender. Por
ejemplo: Si el Hijo de Dios dice que Él es el Pan vivo que bajó del cielo y que
su carne es verdadera comida y su sangre es verdadera bebida. La pregunta sería
¡Cómo puede este darnos a comer su carne? (cfr. Juan 6, 51-56).
Hay
que estar atentos a personas, libros, folletos,
comentarios, que a lo largo de la historia han tergiversado la Palabra de Dios
y la han convertido en miedo y temor para quien la escucha. El Salvador del
mundo advierte que debemos tener cuidado de los falsos profetas. (cfr. Mateo 7,
15-29). Un buen método para aprovechar la Palabra de Dios es: Escuchar la
Palabra, creer en la Palabra, y poner en práctica la Palabra.
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA
REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/ft2fA_u_QD0