18 de septiembre de 2023

LA COMPASIÓN ES BUEN SIGNO DEL CRISTIANO Evangelio martes 19 de septiembre 2023


LA COMPASIÓN ES BUEN SIGNO EN UN CRISTIANO
      
Evangelio martes 19 de septiembre 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
 
Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: "No llores." Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: "¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!" El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: "Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo." La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Judea entera. Lucas 7, 11-17
 
            El rostro y el corazón de Dios han sido y siguen siendo, la cara amable, generosa, compasiva. El corazón de alguien que contempla el dolor humano, quien comparte la renovación de la vida, quien ofrece esperanzas para todo aquel que crea en él y se acoja a su misericordia.
 
            La sabia recomendación del apóstol san Pablo es: “Sean buenos y compasivos, unos con otros”. (Efesios 4, 32).  Se trata de compartir los momentos difíciles y motivantes de los demás, cada cual en su dimensión: “Alégrense con los que estén alegres, y lloren con los que lloran” (Romanos 12, 15).  Jesucristo con su propio testimonio enseña a la humanidad a compartir su propio momento. 

Por ejemplo: “Al ver a la mujer llorando tuvo compasión de ella” (Lucas 7, 13). “Siento compasión de esta gente, llevan tres días sin comer” (Mateo 15, 32). Toda la actividad apostólica del Nazareno tuvo dos connotaciones: anunciar el Evangelio del Reino y compadecerse de las dolencias de los demás.
 
            “Se compadecía de las personas porque estaban extenuadas y decaídas, como ovejas sin pastor”. (Mateo 9, 35-36). “Les dijo a sus discípulos, tuvieran compasión de la gente, dadle vosotros de comer. (Mateo 14, 14-15). “Jesucristo llora ante la muerte de Lázaro” (Juan 11, 35-37). El Hijo de Dios enseña la consigna para toda aquella persona que pretenda ser su discípulo: “Que se amen los unos a los otros. En eso reconocerán que son mis discípulos” (Juan 13, 35).

            El Papa Francisco nos recuerda que la Gracia de Dios nos convierte en personas de un corazón sincero y con mucha misericordia. La voluntad de Dios es la compasión. Un corazón sin compasión es un corazón idólatra, es un corazón autosuficiente, que va adelante sostenido por su propio egoísmo, que se vuelve fuerte sólo con ideologías. La voluntad de Dios es “Quiero misericordia, no sacrificio”. (Mateo 9, 13). (cfr. Homilía, 18 de febrero, 2020).
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https://youtu.be/P3GrEzbpO_E