22 de octubre 2018 A pocos días de la noche de Halloween,
que se celebra internacionalmente cada 31 de octubre, encontrará en este
artículo ocho datos que todo cristiano debe conocer sobre esta fiesta pagana. “¿Cómo
hace el demonio para alejarnos del camino de Jesús? La tentación comienza
levemente, pero crece: siempre crece. Segundo, crece y contagia a otro, se
transmite a otro, trata de ser comunitaria. Y, al final, para tranquilizar el
alma, se justifica. Crece, contagia y se justifica”, advirtió el Papa Francisco
en abril del 2014.
Aquí los ocho datos.
1. El origen del nombre
La Solemnidad de todos los Santos es el 1 de noviembre y en
la Iglesia se empieza a celebrar desde la noche anterior. Por ello la noche del
31 de octubre, en el inglés antiguo, era llamada “All hallow’s eve” (víspera de
todos los santos). Más adelante esta palabra se abrevió a “Halloween”.
2. Las raíces celtas de la
celebración
Ya en el siglo VI A.C., los celtas del norte de Europa celebraban
el fin de año con la fiesta de “Samhein” (o La Samon), festividad del sol que
se iniciaba la noche del 31 de octubre y que marcaba el fin del verano y de las
cosechas. Al respecto, ellos creían que aquella noche el dios de la muerte
permitía a los difuntos retornar a la tierra, fomentando un ambiente de terror.
Según la religión celta, las almas de algunos difuntos se
encontraban dentro de animales feroces y podían ser liberadas con sacrificios
de toda índole a los dioses sacrificios, incluyendo sacrificios humanos. Una
forma de evitar la maldad de los espíritus malignos, fantasmas y otros
monstruos era disfrazándose para tratar de asemejarse a ellos y así pasar
desapercibido ante sus miradas.
3. Su mezcla con el
cristianismo
Cuando los pueblos celtas fueron cristianizados, no todos
renunciaron a sus costumbres paganas. Asimismo, la coincidencia cronológica de
la fiesta pagana del “Samhein” con la celebración de todos los santos y la de
los difuntos, al día siguiente (2 de noviembre), hizo que las creencias
cristianas se mezclaran con las antiguas supersticiones de la muerte.
Con la llegada de algunos irlandeses a Estados Unidos, se
introdujo el Halloween, que llegó a ser parte del folklore popular del país
norteamericano. Luego, incluyéndose los aportes culturales de otros migrantes,
se introdujo la creencia de las brujas, fantasmas, duendes, drácula y diversos
monstruos. Más adelante esta celebración pagana se propagó a todo el mundo.
4. Es una fiesta
importante dentro del satanismo
Según el testimonio de algunas personas que practicaron el
satanismo y luego se convirtieron al cristianismo, Halloween es la más
importante fiesta para los cultos demoníacos porque se inicia el nuevo año
satánico y es como una especie de “cumpleaños del diablo”. Es en esta fecha que
los grupos satánicos sacrifican a jóvenes y especialmente a niños porque son
los preferidos de Dios.
5. El origen de la
pregunta “¿Truco o Dulce?”
En Halloween los niños y no tan niños se suelen disfrazar de
seres horribles y temerarios y van de casa en casa exigiendo “trick or treat”
(truco o dulce). La creencia es que si no se les da alguna golosina, los
visitantes harán una maldad al residente del lugar. Hay quienes consideran que
los inicios de esta costumbre están en la persecución que se hacía a los
católicos en Inglaterra, donde sus casas eran presa de amenazas.
6. El origen de la
calabaza con forma de rostro
Existe una antigua leyenda irlandesa, en la que se cuenta de
un hombre llamado Jack que había sido tan malo en vida que supuestamente no
podía ni entrar al infierno por los demasiados trucos que le había jugado al
demonio. Es así que tuvo que permanecer en la tierra vagando por los caminos
con una linterna, hecha de un vegetal vacío con un carbón encendido.
La gente supersticiosa para ahuyentar a Jack ponía una
linterna similar en la ventana o al frente de su casa. Más adelante, cuando
esto se popularizó, el vegetal para hacer la linterna pasó a ser una calabaza
con agujeros en forma del rostro de una calavera o bruja.
7. El gran negocio de la
celebración
Hollywood ha contribuido con la expansión celebrativa del
Halloween a través de sus numerosas películas en las que la violencia gráfica y
asesinatos crean en el espectador un estado morboso de ansiedad y angustia,
provocando muchas veces una idea errónea de la realidad.
Asimismo, las
máscaras, disfraces, dulces, maquillaje y demás artículos son motivo para que
algunos empresarios fomenten el “consumo del terror” y saquen su provecho
económico de esta “moda” norteamericana.
8. Hay disfraces que
pueden evocar el catolicismo
Según el Padre Jordi Rivero, gran apologeta, celebrar una
fiesta con disfraces no es intrínsecamente malo, siempre y cuando se cuide que
el disfraz no vaya en contra del pudor, del respeto por lo sagrado y de la
moral en general.
Es por ello que en los últimos años ha ido en aumento la
celebración alternativa del “Holywins” (la santidad vence), que consiste en
disfrazarse del Santo o Santa favorito y participar la noche del 31 de octubre
en diversas actividades de la parroquia, como Misas, vigilias, grupos de
oración por las calles, adoración eucarística, canto, música y baile en “clave
cristiana”. Fuente: Aciprensa. Redacción.