11 de octubre 2018. Al presidir la Santa Misa hoy en la
Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco afirmó que el cristiano debe
ser valiente cuando le pide algo al Señor en oración, y rezar siempre con
coraje y sin dejarse vencer por el cansancio. “Se reza con coraje, porque
cuando rezamos tenemos una necesidad, normalmente, una necesidad. Un amigo es
Dios: es un amigo rico que tiene pan, tiene eso de lo que nosotros tenemos
necesidad. Como si Jesús dijera: ‘En la oración sean insistentes.
No se cansen’.
Pero, ¿no se cansen de qué? De pedir. 'Pidan y se les dará’”, dijo el Papa este
11 de octubre sobre el pasaje del Evangelio de San Lucas (11,5-13).
El Santo Padre dijo que si bien Dios es el amigo que nos
puede dar lo que necesitamos, “la oración no es como una varita mágica”, porque
no se trata de decir dos “Padrenuestros” y después irse. “La oración es un
trabajo: un trabajo que nos pide voluntad, nos pide constancia, nos pide ser
determinados, sin vergüenza. ¿Por qué? Porque yo estoy llamando a la puerta de
mi amigo. Dios es amigo, y con un amigo yo puedo hacer esto. Una oración
constante, insistente. Pensemos en Santa Mónica por ejemplo, cuántos años rezó
así, incluso con las lágrimas, por la conversión de su hijo. El Señor, al
final, abrió la puerta”, recordó el Pontífice.
En otro momento de su homilía, puso de ejemplo la historia
de un hombre que conoció en Buenos Aires (Argentina) y peregrinó 70 kilómetros
hasta el Santuario de la Virgen de Luján para pedir por su hija, que estaba
muriendo. El hombre rezó toda la noche y su hija despertó sin explicación
médica alguna. “Aquel hombre sabía cómo se reza”, dijo el Papa. Luego, recordó
las palabras de Jesús: “Si ustedes que son malos saben dar cosas buenas a sus
hijos, cuánto más su Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo
piden”. Finalmente, recordó que Cristo es un amigo que “siempre ofrece el bien”
y siempre le “da más” a sus hijos: “yo te pido que resuelvas este problema y él
lo resuelve y también te da el Espírito Santo”. “Es más. Pensemos un poco:
¿Cómo rezo? ¿Cómo un papagayo? ¿Rezo precisamente con la necesidad en el
corazón? ¿Lucho con Dios en la oración para que me conceda eso de lo que tengo
necesidad si es justo? Aprendamos de este pasaje del Evangelio cómo rezar”, concluyó
el Santo Padre. Fuente: Aciprensa. redacción.