22 de abril 2019. El Papa Francisco afirmó que “Jesús
resucitado se manifiesta a todos los que lo invocan y lo aman”. “En Él también
nosotros estamos resucitados, pasando de la muerte a la vida, de la esclavitud
del pecado a la libertad del amor”. El Santo Padre realizó esta enseñanza
durante el rezo del Regina Coeli que presidió este, Lunes del Ángel, desde el Palacio
Apostólico del Vaticano. En su mensaje previo al rezo, el Pontífice recordó
que, a lo largo de esta semana, “se prolonga la alegría pascual de la
resurrección de Jesús, cuyo evento admirable hemos conmemorado ayer”.
“En la Vigilia Pascual resonaron las palabras pronunciadas
por los ángeles junto a la tumba vacía de Cristo. A las mujeres que se habían
acercado al sepulcro al alba del primer día después del sábado, les dijeron:
‘¿Por qué buscáis de entre los muertos a aquel que está vivo? No está aquí, ha
resucitado’”.
El Papa continuó su explicación y señaló que “la resurrección de Cristo constituye el
suceso más desconcertante de la historia humana, que atestigua la victoria del
Amor de Dios sobre el pecado y sobre la muerte, y da a nuestra esperanza de
vida un fundamento sólido como la roca. Aquello que humanamente era impensable,
sucedió: ‘Jesús de Nazaret, Dios lo ha resucitado, liberándolo de los dolores
de la muerte’”. En concreto, especificó que “en este Lunes del Ángel, la
liturgia con el Evangelio de Mateo nos lleva junto al sepulcro vacío de Jesús.
Las mujeres, llenas de temor y de alegría, salen corriendo para llevar la
noticia a los discípulos, y en aquel momento Jesús se presenta ante ellos.
Ellos ‘se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron’. Lo tocaron: no
era un fantasma, era Jesús, vivo, con la carne, era Él”.
“Jesús arranca de sus corazones el miedo y los anima todavía
más a anunciar a los hermanos aquello que había sucedido: Todos los Evangelios
destacan el papel de las mujeres, María
de Magdalena y las otras, como primeros testimonios de la resurrección”. Por
el contrario, “los hombres, atemorizados, estaban encerrados en el cenáculo.
Pedro y Juan, advertidos por la Magdalena, realizaron una rápida salida en la
que constataron que la tumba estaba abierta y vacía. Pero son las mujeres las primeras en encontrar al Resucitado y llevar el
anuncio de que Él está vivo”.
“Hoy resuenan en nosotros las palabras que Jesús dirigió a
las mujeres: ‘No temáis; id y anunciad…’. Después de los ritos del Triduo
Pascual, que nos han hecho revivir el misterio de la muerte y resurrección de
nuestro Señor, ahora, con los ojos de la fe, lo contemplamos resucitado y vivo.
También nosotros estamos llamados a encontrarlo personalmente y a convertirnos
en sus anunciadores y testigos”. “En Él también nosotros estamos resucitados,
pasando de la muerte a la vida, de la esclavitud del pecado a la libertad del
amor. Por lo tanto, dejémonos alcanzar por el mensaje consolador de la Pascua,
y envolvernos por su gloriosa luz que disipa las tinieblas del miedo y de la
tristeza”. El Papa concluyó su enseñanza previa al rezo del Regina Coeli,
subrayando que, “Jesús resucitado camina junto a nosotros. Él se manifiesta a
todos los que lo invocan y lo aman. Antes de nada, en la oración, pero también
en las alegrías sencillas vividas con fe y agradecimiento. Podemos sentirlo
presente también compartiendo momentos de cordialidad, de acogida, de amistad,
de contemplación de la naturaleza”. Fuente: Aciprensa. Redacción.