20 de junio de 2019

LA EUCARISTÍA ES NUESTRA DIETA INTEGRAL


Evangelio para el domingo 23 de junio 2019. « °°° Jesús dijo a sus discípulos: - «Díganles que se sienten en grupos de unos cincuenta.» Lo hicieron así, y todos se sentaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y quedaron satisfechos. Después recogieron lo que sobró: doce canastos llenos.”  (Lucas 9, 11b – 17).  La Eucaristía es el sacramento de los sacramentos. Así lo aprendemos del Catecismo de la Iglesia Católica (cf. 1169). 
La experiencia de tres milenos, nos permite profundizar sobre el valor infinito del cuerpo y la sangre del Señor.  Un pan ázimo y una copa de vino, han logrado transformar la mentalidad de hombres y mujeres que le han creído a Jesús Eucaristía, pan de vida eterna, cáliz de eterna salvación.  Hagan eso en memoria mía: es el consejo sabio del máximo presidente de la Eucaristía, nosotros le respondemos: así es Señor, sólo tú, tienes palabras de vida eterna. No nos agotaremos de celebrar este sacramento de la vida, de la pascua, de la esperanza, de la eternidad. Somos plenamente conscientes que necesitamos una alimentación integral, que fortalezca nuestro espíritu, que purifique nuestro cuerpo, que revitalice nuestros sentimientos, que oriente nuestra conciencia, que impulse nuestro apostolado para convertir la Eucaristía en la fuente y la cima de la vida cristiana. (cf. Lumen Gentium 11).

            Necesitamos el Pan de la Palabra, el Pan de los signos, el Pan de la Eucaristía. La dieta del futuro líder y apóstol de Dios. Es una dieta perfectamente balanceada: el Pan de la Palabra de Dios se sirve en la Eucaristía, se proclama, se medita, se instala en el corazón del creyente, es la sabiduría de ese Dios que ofrece su Reino como principio de salvación. El Pan de los signos: muy necesario, porque somos seres eminentemente sensibles, necesitamos la experiencia, saber que con cinco panes y dos peces, comieron más de cinco mil personas, con la bendición de Dios y la fe se puede transformar el mundo e incluso con ese mismo signo han recibido gracia tras gracia, cantidad de generaciones.

La Eucaristía edifica la Iglesia. La Iglesia vive de la Eucaristía, así lo entendió san Juan Pablo II. (Ecclesia de Eucharistia, 1). Los apóstoles siendo fieles a su Maestro, entendieron la Eucaristía como centro de la vida eclesial: “Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.» (Hechos 2, 42). El Papa Francisco vislumbra en la Eucaristía la fuerza, el perdón, el caminar, para los débiles: “la Eucaristía no es un premio para los buenos, sino la fuerza para los débiles, para los pecadores, es el perdón, el viático que nos ayuda a andar, a caminar” “La Eucaristía nos permite el no disgregarnos, porque es vínculo de comunión, y cumplimiento de la Alianza”. Coman este vínculo de comunión, para no disolverse beban el precio de su rescate. Cuida tu salud: Quien vive de la Eucaristía, ha elegido la parte mejor. Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.