VOLUNTAD DE DIOS ES CONTRARIA A LA CAPRICHOSA LÓGICA HUMANA
Evangelio jueves 26 de junio 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquel día muchos dirán: “Señor, Señor, ¿no hemo s profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?”
Yo entonces les declararé: “Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados.” El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió porque estaba cimentada sobre roca.” Mateo 7, 21-29
Poner en práctica, cumplir las promesas, lograr que se cumpla lo que digo con lo que hago es definitivamente obligatorio. Las decisiones opcionales deterioran la vida de las personas. Lo que la Escritura nos enseña es que logremos tener una forma correcta y segura de hablar y decidir en nuestras vidas. Por ejemplo, el Hijo de Dios recomienda, que su vocabulario sea sí o sea no, lo contrario viene del demonio. (Mateo 5, 37). Solo logrará llegar muy lejos aquella persona que haga la voluntad de Dios. (cfr. Mateo 7, 15).
La voluntad de Dios está en que vivamos el presente y gocemos de un buen futuro, teniendo en cuenta las recomendaciones de Dios para cada caso que se nos va presentando. Por ejemplo, hacer la voluntad es: hacer siempre el bien. (1 de Pedro 3, 17). Es la santificación personal. (1 Tesalonicenses 4, 3). Que no seamos insensatos (Efesios 5, 17).
Buscar y salvar lo que está perdido. Que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. (1 Timoteo 2, 4). Que nunca nos dejemos llevar por nuestro capricho, sino que se haga la voluntad de Dios. (Lucas 22, 42).
El Papa Benedicto XVI enseñó que la persona logra su realización cuando hace la voluntad de Dios. “A menudo la lógica humana "intenta la realización de sí mismo en el poder, en el dominio, en los medios poderosos. El hombre sigue queriendo construir con sus propias fuerzas la torre de Babel para llegar a la altura de Dios, para ser como Dios.
La Encarnación y la Cruz nos recuerdan que la realización plena está en conformar la voluntad humana a la del Padre, en el desapego total de uno mismo, del propio egoísmo, para llenarse del amor y de la caridad de Dios y, así, llegar a ser verdaderamente capaces de amar a los demás". (cfr. Audiencia, 27 de junio, 2012).
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https://youtu.be/hjH1hadD51k