No existe término medio para seguir a Jesucristo Evangelio lunes 30 de junio 2025
NO EXISTE TÉRMINO MEDIO PARA
SEGUIR A JESUCRISTO
Evangelio lunes 30 de junio 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús rodeado de
la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó y le dijo:
«Maestro, te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le dijo: «Las zorras tienen
guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar
la cabeza». Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a
enterrar a mi padre». Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que los muertos entierren
a sus muertos». Mateo 8, 18-22.
¿Cuáles son las condiciones para
seguir al Maestro? ¿En dónde está la clave para cumplir la misión? El
espíritu del seguimiento de la persona de Cristo Jesús, es una identidad con
el Maestro. Seguir a Jesús no es entrar a gozar de una serie de privilegios
y comodidades en la vida. No es sentirse diferente o superior a los demás. No
es desconocer nuestra propia realidad de pecador.
No es evitar el
sacrificio, el dolor, el sufrimiento. No es sentarse a esperar a que muchos me
admiren. El apóstol san Pablo recomienda
a los creyentes en Filipo: “"No hagan cosa alguna por espíritu de rivalidad
o de vanagloria; sean humildes y tengan a los demás por superiores a
ustedes." (Filipenses 2,3).
Cuando se trata de seguir a
Jesucristo no existe término medio. Cuando alguien es llamado o se presenta
ante el Maestro, no puede ofrecer alternativas a Jesús. por ejemplo: soy más o menos honrado; soy más o menos
justo. La fe siempre debe dar como respuesta acciones coherentes, precisas,
exactas. No existe un solo caso en la Sagrada Escritura, sobre el seguimiento o
darle una respuesta a Dios, que no sea preciso, permanente y seguro. Se
cumple una misión en nombre del Maestro. Jesús indica las condiciones y la
pedagogía a seguir.
El Papa Francisco nos propone
pensar en el servicio como un medio muy eficaz para servirle a Dios en medio de
una comunidad. Jesucristo mismo nos enseñó: «Si uno quiere ser el primero,
sea el último de todos y el servidor de todos» (Marcos 9, 35). “el valor de una
persona ya no depende del papel que desempeña, del éxito que tiene, del trabajo
que hace, del dinero que tiene en el banco; no, no depende de eso; la grandeza
y el éxito, a los ojos de Dios, tienen otro rasero: se miden por el servicio”.
“cuanto más servimos, más sentimos la presencia de Dios. Sobre todo
cuando servimos a los que no tienen nada que devolvernos, los pobres, abrazando
sus dificultades y necesidades con la tierna compasión: y ahí descubrimos que a
su vez somos amados y abrazados por Dios”. (cfr. Ángelus, 19 de septiembre,
2021).
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https://youtu.be/neWJ_6pthcY