PRUDENCIA Y OBEDIENCIA NOS ENSEÑA LA VIRGEN MARÍA Evangelio sábado 28 de junio 2025
PRUDENCIA Y OBEDIENCIA NOS ENSEÑA
LA VIRGEN MARÍA
Inmaculado Corazón de María.
Evangelio sábado 28 de junio 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Los padres de
Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando
el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados
aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que
sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de
camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su
busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los
doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se
admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se
quedaron atónitos y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué te has portado
así con nosotros?
Tu padre y yo te hemos estado buscando, llenos de angustia". Él les
respondió: "¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en
las cosas de mi Padre?" Ellos no entendieron la respuesta que les dio.
Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad.” Lucas 2,
41-51
La Santísima Virgen María
entiende perfectamente la conexión que existe entre su Hijo, su Padre
celestial, la misión de su Hijo y la razón de ser su Hijo. Basta una
respuesta tan corta y tan sabia del Hijo de Dios para recordarle a su madre la
misión que él debe cumplir: “Debo ocuparme de las cosas de mi Padre”. (Lucas 2,
49).
Nuestra Madre
celestial nos enseña a vivir nuestra fe centrada en Dios, leyendo siempre los
acontecimientos desde los mismos deseos de creador. María desde un primer momento se preocupó por
hacer la voluntad de Dios. Ella es la discípula por excelencia que siempre
conserva su puesto de Madre, Corredentora, modelo de virtudes, perfección de
alguien que convierte la Palabra de Dios en vida cotidiana.
Existen tres momentos donde María
Santísima conserva perfectamente la prudencia y la obediencia ante la misión de
su Hijo. El primero es cuando el Hijo de Dios cumplió doce años y le indicó
a su Madre cuál era su misión. (Lucas 2, 41-51) El segundo momento ocurre en el
primer milagro del Nazareno. La Madre muy prudente dice a los empleados “Hagan
lo que Él les diga” (Juan 2, 11).
El tercer momento
ocurre en un espacio muy doloroso. Es el momento de la Cruz, allí estaban estaba
su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de
Magdala. El Hijo propone a María como Madre para la humanidad. “Ahí tienes a tu
hijo, ahí tienes a tu Madre” (Juan 19, 25-27). El amor a María Santísima tiene
su base en el Corazón de Jesús. Esos fueron los deseos del Papa Pío XII al
pedirnos pensar en el Inmaculado Corazón de María.
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https://youtu.be/ZtdDy2i86g4