21 de julio de 2025

Una mujer, excelente testigo de la resurrección Evangelio martes 22 de julio 2025


UNA MUJER, EXCELENTE TESTIGO DE LA RESURRECCIÓN

Evangelio martes 22 de julio 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”.

Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús. Ellos le dijeron: “Mujer, ¿por qué lloras?” María respondió: “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto”.
 
Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. Jesús le preguntó: “Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?” °°° Juan 20, 1. 11-18
 
            El acontecimiento salvífico de la resurrección del Maestro causa una profunda variedad de impactos en la vida de quien sabe leer el hecho desde la fe. María de Magdala es un buen ejemplo para entender cómo se pasa de la tristeza a la alegría y nos convertimos en mensajeros de la esperanza, cuando encontramos el punto del significado de la resurrección. El Primer paso es la inquietud de la persona por saber sobre la vida del Maestro. Cree profundamente en el Hijo de Dios y no se agota en posibilidades para encontrarlo.
 
El segundo paso es dejarse impactar por el Maestro. El diálogo con Dios y su contemplación permiten descubrir que es verdaderamente Dios y escucharlo para poderlo seguir. El tercer paso es el efecto del encuentro. La Magdalena, Busca, escucha y obedece al Salvador que la convierte en mensajera de la Esperanza para el mundo. Ella comunica lo que ha visto y lo que le ha dicho el Señor. (Juan 20, 18).
 
            San Juan Pablo II destaca cómo fue de importante la presencia de la mujer como las primeras testigos de la resurrección. Son las primeras que lo encuentran, que lo escuchan, que abrazan sus pies, y salen a anunciar la verdad a los apóstoles. María de Magdala «la apóstol de los apóstoles». Antes que los apóstoles, María de Magdala fue testigo ocular de Cristo resucitado, y por esta razón fue también la primera en dar testimonio de él ante de los apóstoles. (cfr. Carta Apostólica, Mulieris Dignitatem, numeral 16).
 
            El Papa Francisco destacó la misión que cumplió María Magdalena como la primera discípula. Es tanto que tomó la decisión de establecer la fiesta litúrgica de María Magdalena en el contexto del Jubileo de la Misericordia, para subrayar la relevancia de esta mujer con su gran amor por Cristo.
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https://youtu.be/BEjbySeBDBA