La sola razón no nos permite entender el misterio de Dios Evangelio lunes 21 de julio 2025
LA SOLA RAZÓN NO NOS PERMITE
ENCONTRAR A DIOS
Evangelio lunes 21 de julio 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis
de Ibagué
Algunos escribas y fariseos le
dijeron: «Maestro, queremos que nos hagas ver un signo “Él les respondió: “Esta
generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el
del profeta Jonás. Porque, así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el
vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres
días y tres noches.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta
generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de
Jonás, y aquí hay Alguien que es más que Jonás.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y
la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay Alguien que es más que Salomón”. Mateo 12,
38-42
El mayor signo del enviado de
Dios es su propia resurrección. Los signos a través de la historia de la
salvación fueron jugando un papel importante para que el mundo creado pudiese
entrar en consonancia con Dios y su proyecto de salvación. Así pues, que los
signos son un medio y no una exigencia. Cuando el signo se convierte en la
prueba Reina de lo que el ser humano desea probar, deja de ser signo, pierde su
valor en la fe, no conduce por los caminos de Dios. Si la ley interpretada por
los seres humanos no guarda un espíritu de salvación y liberación en nombre de
Dios, dicha ley propiamente está muerta.
El Nazareno soluciona la
dificultad que tienen algunas personas que no pueden guiarse por los caminos de
la Fe y de la Esperanza, y quieren que Dios demuestre su ser, con la
respuesta categórica: “No se le dará ningún signo”. Al Dios que debemos buscar
y seguir es alguien que es más que Jonás y más que Salomón. El apóstol san
Pablo aclara muy bien cómo Dios se comunica a través de los signos y cada
persona debe aprender a leer la presencia de Dios en el medio en que vivimos.
Cuando una persona cambia el sentido del signo ya es una necedad humana.
Dice el apóstol: Todo lo que se puede conocer de
Dios lo tienen ante sus ojos, pues Dios se lo manifestó. Lo que es y que no podemos ver ha pasado
a ser visible gracias a la creación del universo, y por sus obras captamos algo
de su eternidad, de su poder y de su divinidad. De modo que no tienen disculpa.
A pesar de que conocían a Dios, no le rindieron honores ni le dieron gracias
como corresponde. Al contrario, se perdieron en sus razonamientos y su
conciencia cegada se convirtió en tinieblas. Creyéndose sabios, se volvieron
necios.” (Romanos 1, 19-22).
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https://youtu.be/nW24ShPKE7I