16 de enero 2019. Durante la Audiencia General de este 16 de
enero en el Aula Pablo Vi, el Papa Francisco afirmó que “Dios te busca, aunque si tú no lo buscas. Dios te ama, aunque si tú
te has olvidado de Él”. El Santo Padre continuó con su serie de catequesis
sobre la oración del Padre Nuestro que se centró en la palabra “Abba, Padre” y
animó a llamar a Dios “papá”, y a tener un “corazón de niño”. “No se trata solo
de usar un símbolo -en este caso la figura del padre- para atar al misterio de
Dios; se trata en cambio de tener, por así decir, todo el mundo de Jesús
derramado en el propio corazón”, dijo.
En este sentido, Francisco recordó también la parábola del
padre misericordioso relatada en el capítulo 15 del Evangelio de San Lucas,
para invitar a imaginar la “oración pronunciada por el hijo pródigo, después de
haber experimentado el abrazo de su padre que lo había esperado mucho tiempo,
un padre que no recuerda las palabras ofensivas que él le había dicho, un padre
que ahora le da a entender sencillamente cuánto lo extrañaba”. El Papa
preguntó: “¿Es posible que Tú, oh Dios, conozcas solo el amor? ¿Tú no conoces
el odio? Y Dios respondería: ‘Yo conozco solo el amor’. ¿En dónde en ti hay
venganza, reclamo de justicia, el enojo por tu honor herido? Dios respondería:
‘Yo conozco solo amor’”, afirmó. Explicó que “el padre de aquella parábola, en
sus modos de actuar, recuerda mucho el ánimo de una madre. Son sobre todo las
madres a disculpar a sus hijos, a cubrirlos, a no interrumpir la empatía con
ellos, a continuar a quererlo, incluso cuando ellos no merecerían nada”.
“Puede ser que nosotros también pasemos por caminos lejos de
Dios, como le sucedió al hijo pródigo; o caer en una soledad que nos hace
sentir abandonados por el mundo; o, nuevamente, equivocarnos y estar
paralizados por un sentimiento de culpa. En esos momentos difíciles, todavía
podemos encontrar la fuerza para rezar, a partir de la palabra ‘padre’, pero
dicha con un sentido tierno de un niño ‘Abba’, papá.”, exhortó. El Señor “no
ocultará su rostro a nosotros; recuerden bien, quizás alguno ha dicho de si cosas
feas, cosas que no sabe cómo resolver, tanta amargura, por haber hecho algo. Él
no ocultará su rostro. En el silencio te dirá que jamás te ha perdido de vista,
me he quedado siempre. No se olviden nunca de decir Padre”, concluyó. Fuente:
Aciprensa. Mercedes de la Torre.