LA CODICIA: RAÍZ DE MUCHOS MALES Evangelio Domingo 31 de Julio 2022
LA
CODICIA: RAÍZ DE MUCHOS MALES. Evangelio
Domingo 31 de julio 2022 Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué “Alguien
en medio de la gente le dijo a Jesús: «Maestro, di a mi hermano que reparta la
herencia conmigo.» Él le respondió: «¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o
repartidor entre vosotros?» Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia,
porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.»
Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y
pensaba entre sí, diciendo: "¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi
cosecha?" °°° Lucas 12, 13-21. El
mundo necesita razones para poder vivir el Evangelio de Dios en toda su
plenitud.
Es urgente que aprendamos a ser ricos delante de Dios; la pobreza evangélica es
una gran propuesta bíblica; porque ella es una virtud y una Gracia de Dios para
todos aquellos que deseen vivir según su Reino. El apóstol san Pablo advierte:
“La codicia es la raíz de todos los males” (1 Timoteo 6,10). Vanidad de
Vanidades, todo es vanidad. Afirma el libro del Qohéleth, (Eclesiastés 12,8).
Tiene toda la razón. Todas las cosas, son absolutamente vana ilusión; porque se
interpone el egoísmo, el orgullo, la egolatría, la autosuficiencia, la
tentación del tener, la ambición del poder, etc. El exceso de dinero no está
acompañado, necesariamente de la felicidad. Se puede perder toda dignidad
personal si nos dejamos corromper por el ídolo del dinero, del placer y del poder.
Quien no aprende a compartir es incapaz de amar. La pobreza aceptada como un valor,
como un voto evangélico, como un compromiso solidario, frente a la inmensa
riqueza que Dios ofrece, nos permite desarrollar una vida muy agradable, llena
de satisfacciones, un hombre o una mujer que cada día más se enriquecen en su
ser porque están dando, están recibiendo, están compartiendo, están valorando,
están descubriendo nuevos valores. Ser pobre en el espíritu requiere saber
elegir: lo bueno, lo útil, lo necesario. El
Papa emérito Benedicto XVI advierte sobre el pecado de la idolatría. La persona
que no logra vivir auténticamente su fe, porque está más preocupada por los
bienes de este mundo, que por la misma Gracia de Dios.Dice el santo Padre: “La idolatría de los
bienes, en cambio, no sólo aleja del otro, sino que despoja al hombre, lo hace
infeliz, lo engaña, lo defrauda sin realizar lo que promete, porque sitúa las
cosas materiales en el lugar de Dios, única fuente de la vida. ¿Cómo
comprender la bondad paterna de Dios si el corazón está lleno de uno mismo y de
los propios proyectos, con los cuales nos hacemos ilusiones de que podemos
asegurar el futuro?
La tentación es pensar, como el rico de la parábola:
"Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años... Pero Dios le
dijo: ¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma". La práctica de la
limosna nos recuerda el primado de Dios y la atención hacia los demás, para
redescubrir a nuestro Padre bueno y recibir su misericordia. (Homilía, 22 de
febrero de 2011). SI
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