5 de julio de 2022

LA MISIÓN DEPENDE ESENCIALMENTE DE DIOS Evangelio Miércoles 6 de Julio 2022


LA MISIÓN DEPENDE ESENCIALMENTE DE DIOS            
Evangelio Miércoles 6 de julio 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús llamando a sus doce discípulos llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó.” °°° Mateo 10, 1-7. 
 
            El Hijo de Dios cimenta la misión, sobre una base sólida y renovadora. Los mandatos del Maestro son: Sanar las personas de toda enfermedad y dolencia. Expulsar espíritus inmundos. Anunciar siempre el Reino de Dios. Estar siempre atentos a las ovejas descarriadas. Para Dios es más importante darle la mano a los demás y no juzgar a los demás. El éxito de la misión, estará en que los discípulos se dejen guiar por el Espíritu de Dios. Vocación cristiana y misión se convierten en sinónimo de desprendimiento en la Buena Nueva de Jesús de Nazaret. Los apóstoles forman un grupo especial que tienen relación con la persona de Jesús no sólo porque creen en Él sino porque están íntimamente ligados a su misión; el grupo participa de la misión de Jesús, de sus poderes, y de su convivencia: Dice el texto sagrado: “Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios”.  
 
            La misión depende esencialmente de Dios: Se cumple una misión en nombre del Maestro. El éxito de la misión, depende de Dios, de su Gracia, de la acción del Espíritu Santo. Jesús indica las condiciones y la pedagogía a seguir; su centro es la confianza plena en lo que estamos realizando: “estén alegres porque sus nombres estén inscritos en el cielo”. (Lucas 10,20). El camino de la misión, se cumple en las personas virtuosas: Humildes y sencillos de corazón. Aquellos que acepten a Cristo como el único camino. Todos los senderos guardan su punto de convergencia al mismo camino, cuando la Gracia y el Espíritu de Dios son el corazón, el alma, los sentimientos y la vida del futuro apóstol del Reino de Dios.  La identidad de un misionero será siempre la humildad. San Juan Crisóstomo recomendaba: “Siempre que seamos corderos, venceremos y aunque estemos rodeados de muchos lobos, conseguiremos superarlos.” 

            La primera forma de evangelización y ser un buen misionero, es el testimonio de vida. Así lo explica el Papa santo, san Juan Pablo II: El hombre contemporáneo cree más a los testigos que a los maestros; cree más en la experiencia que en la doctrina, en la vida y los hechos que en las teorías. El testimonio de vida cristiana es la primera e insustituible forma de la misión.” (Redemptoris Missio, 42).
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