19 de julio de 2022

QUIEN ESCUCHA, OBEDECE Y CREE; ENCUENTRA A DIOS. Evangelio Miércoles 20 de Julio 2022


QUIEN ESCUCHA Y CREE, ENCUENTRA A DIOS          
Evangelio Miércoles 20 de julio 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra.” Mateo 13, 1-9.
 
            La Palabra de Dios, debe ser para cada uno de nosotros, la fuente principal para adentrarnos en el Misterio de Dios; el punto de reflexión para edificar nuestra personalidad; el medio por el cual navegan nuestros sentimientos, nuestros afectos, nuestros deseos, nuestras esperanzas, nuestro caminar.  La Sagrada Escritura presenta la Palabra con su fuerza creadora, La Palabra es unificadora; la Palabra es personalizada y a la vez comunitaria; la Palabra es como una semilla que va creciendo hasta lograr convertirse en espiga. El Reino de Dios se entiende y se vive desde la Palabra de Dios: ¿Cómo puede convertirse el Reino de Dios en algo tan grande y maravilloso; cuando inicia en algo tan sencillo, tan humilde, tan pequeño? La respuesta es la parábola de la Mostaza. (cfr. Mateo 13, 31-32). ¿Cómo se transforma, plenifica y santifica la vida de cada persona que cree y hace la voluntad de Dios? El secreto debe estar en la parábola de la levadura.  (cfr. Mateo 13, 33-34).
 
Entendemos que el Reino de Dios es una propuesta divina, es algo que depende esencialmente de la providencia divina, es gratuidad de Dios. Casa creyente recibe las bondades del Reino según su capacidad. Eso lo explica la parábola de la semilla que crece sin la ayuda del obrero. (cfr. Marcos 4, 26-34).
 
            Una excelente opción para alcanzar una noble vida cristiana es decidirse a sembrar. en el momento en que el terreno espiritual está dispuesto para comenzar, se puede perfectamente ir articulando los valores del Reino de una manera armoniosa. Hay que darle tiempo suficiente a cada una de las acciones que nos proponemos, hay que abrir el espacio y la ocasión, hay que dejar que la Gracia de Dios nos permita avanzar en nuestros propósitos.  Con un buen tiempo de trabajo, de oración, de sacrificio, de vida pastoral, vamos vislumbrando los resultados satisfactorios para nosotros y para el bien de la Iglesia. El Papa Francisco considera que la parábola del sembrador, es la madre de todas las parábolas, porque habla de la escucha de la Palabra de Dios. La misma Palabra del Señor no es algo abstracto, sino que es Cristo mismo. (Ángelus, 12 de julio 2020).
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https://www.youtube.com/watch?v=-8xvnJr_wwE