17 de julio de 2022

QUIEN ES REBELDE, NO DISFRUTA DE LA MISERICORDIA DE DIOS. Evangelio Lunes 18 de Julio 2022


QUIEN ES REBELDE, NO DISFRUTA DE LA MISERICORDIA DE DIOS         
Evangelio Lunes 18 de julio 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Algunos escribas y fariseos dijeron a Jesús de Nazareth: «Maestro, queremos ver una señal hecha por ti.» él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide, y no se le dará otra señal que la señal del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches.” Mateo 12, 38-42. 
 
            Existen preguntas inexplicables. Maneras de hablar y de pensar en algunas personas que dicen tener conocimiento de la ley y de los asuntos de Dios.  Interrogan a quien le dio plenitud a la ley, para que presente un signo de que él verdaderamente es el Mesías, en enviado de Dios. No tiene lógica ni razón de ser, el pensamiento de alguien que se cierra a la Gracia de Dios, a la acción del Espíritu de Dios y presiona al Hijo de Dios. Un escriba es conocido históricamente como un personaje que es copista, lleva el control de las leyes, asuntos de impuestos. Un fariseo tenía como misión representar a la nación. Un buen conocedor de la ley, de la religión y se dedicaba también a educar a los demás.
 
            En asuntos de religión el punto central está en que la persona desde la madurez de su fe, permita la acción del Espíritu del creador. Eso me hace recordar un pecado denominado “pecado contra el Espíritu Santo”. Que consiste en no permitir la presencia de Dios en la vida esa persona, no dejar que el Reino de Dios actúe en esa persona. Si alguien rechaza a Jesucristo, es algo así, como si esa persona negara que en él pueda tener el poder de Dios. (cfr. Mateo 12, 31-32).  Me imagino que el pecado de la rebeldía, se impone en algunas personas y no alcanzan a pensar en el perdón y la reconciliación.
 
El Papa Francisco habla de alguien, que es considerado como el profeta rebelde y testarudo, (cfr. Jonás 12,41), alguien que le cuesta entrar en la lógica de Dios, una persona rígida y muy limitada. Jonás pretende enseñarle a Dios, cómo se deben hacer las cosas. Dios enseña que para cumplir la misión es necesario la bondad y la conversión personal. Jonás predica en Nínive y los Ninivitas se convirtieron a Dios. Si eso lo pudo hacer una ciudad de pecadores, la pregunta sería, ¿por qué personas conocedoras de la ley de Dios, son renuentes a la conversión personal? Termina el santo Padre advirtiendo: “«los testarudos de alma, los rígidos, no entienden qué es la misericordia de Dios. Son como Jonás: “debemos predicar esto, que se castigue a estos porque han hecho el mal y deben ir al infierno». Es decir, los rígidos «no saben agrandar el corazón como el Señor. Los rígidos son pusilánimes, como el pequeño corazón cerrado, pegados a la justicia desnuda». (Homilía, 10 de octubre 2017, Domus Sanctae Marthae).
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https://youtu.be/Er1xoA1ds1E