27 de junio de 2019

DECÁLOGO PARA VIVIR MEJOR LA EUCARISTÍA. Catequesis Mistagógica.


27 de junio 2019. A partir de este domingo iniciaremos una serie de catequesis para lograr una mejor vivencia y participación en la eucaristía, hoy ofreceremos un decálogo para vivir mejor la misa: Padre Héctor Giovanny Sandoval Moreno. Delegado para la liturgia. Arquidiócesis de Ibagué.
1.-Llegar siempre puntual, incluso antes de iniciar la santa misa. Recordar que el primer precepto de la Iglesia es oír Misa completa o misa entera todos los domingos y fiestas de guardar. Para esto es importante llegar a tiempo a la iglesia. ¿Para qué? Para prepararnos espiritualmente en oración haciendo nuestra oración personal. Incluso para mirar anticipadamente las lecturas aprovechando las hojas dominicales.

2.- Entrando al templo nuestra primera acción debe ser saludar al Señor. Lo primero que debemos hacer al entrar al templo es buscar el Sagrario. Habrá una luz encendida indicando su lugar dónde está reservado el Santísimo sacramento. Si la salud te lo permite arrodíllate completamente o al menos la rodilla derecha al suelo (genuflexión), como señal de adoración y respeto al estar frente al Señor.  Una vez se hace el acto de adoración buscar un lugar para sentarnos, ojalá empezando a ocupar los primeros bancos.

3.- Si tienes que moverte dentro del templo hazlo con respeto. Y cuando tengas que pasar de lado a lado de la misma, pasando frente al altar, haz una reverencia profunda, aunque no haya empezado la misa. Si ya está el Señor en el altar, haz una genuflexión sencilla (rodilla derecha al suelo).

4.-  Observar el silencio. Habrá personas orando o preparándose para la confesión o confesándose. Permanece en silencio u orando como preparación personal y para respetar el momento de los demás con Dios. Observar el silencio antes, durante y después de la celebración; a excepción cuando necesariamente se ha de cantar o responder a las acciones litúrgicas. Considera que la misa es algo sagrado; esto implica apagar o silenciar el teléfono celular. Si por distracción olvidas apagar el teléfono celular y te suena durante la misa, no salgas de la iglesia a responder; apágalo inmediatamente.

5.- Vístete con decencia para ir a la casa de Dios. En el lugar donde se renueva incruentamente el sacrificio de Cristo en la cruz, vístete con lo mejor que tengas. Viste bien, pero por la dignidad del lugar y del momento y no para que te luzcas ante la gente. No lleves vestimentas atrevidas aunque haga calor, ni ropa deportiva, ni pijamas, ni shorts, chancletas. Recordemos siempre el gran respeto que merece el lugar sagrado y el sacramento de la Eucaristía.

 6.- El ayuno eucarístico. La Iglesia nos exige por norma un ayuno eucarístico de una hora de comida y bebida antes de la sagrada comunión, a excepción del agua y las medicinas. El ayuno incluye el chicle antes y durante la celebración. Observar esta norma es signo de máximo respeto de quien identifica la presencia real de Cristo en la Eucaristía; es también la preparación y correcta disposición para recibir al Señor.

7.- Controla a tus hijos. Si son pequeños evita que jueguen molestando a los demás y edúcalos en el respeto que merecen el lugar y el momento; así sabrán la importancia que tiene. Si son muy pequeños o de brazos, y no puedes encomendarlos a alguien, procura situarte en los bancos del final por sí es necesario salir de la iglesia a tranquilizarlos en el caso de que lloren.

8.- Dice Jesús: “Mi casa será llamada casa de oración” (Mateo 21,13). Por tanto el templo parroquial no es lugar para tertulias; no confundas la iglesia con una cafetería, no te sientes con las piernas cruzadas como en los actos o reuniones sociales. La misa no es momento de expresar afectos personales. Si estás con tu esposo (a) o novio (a), deja los cariños extravagantes para otro lugar y momento. Vivan la misa como pareja, pero dirigidos a Dios.

9.- Participa activamente en la Eucaristía. Deja tus lecturas y devociones para otro momento, ya sea para antes o para después de la misa. Durante la misa evita los desplazamientos innecesarios como peregrinar frente a imágenes dispuestas para la devoción.

10.- No favorezcas la distracción. En misa abandona todo otro asunto o pensamiento. No desvalorices la misa con un corazón dividido, pensando en tus asuntos fuera de misa. No te ocupes en banalidades, ni mirando a los demás, mucho menos con malicia. Tampoco la pases mirando el reloj, como si tuvieras ganas de que la misa acabe cuanto antes.
Seguiremos en los próximos domingos con estas catequesis sobre nuestra actitud tanto física como espiritual en la vivencia del gran misterio de la Eucaristía.