22 de agosto de 2023

NO TODOS PUEDEN CON LA PROPUESTA DE DIOS Evangelio miércoles 23 de agosto 2023


NO TODOS PUEDEN CON LA PROPUESTA DE DIOS
       
Evangelio miércoles 23 de agosto 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron: "¿Puede un hombre repudiar a su mujer por cualquier cosa?" Él contestó: "¿No habéis leído que al principio el Creador los hizo hombre y mujer?"
 
Y dijo: "por eso abandona un hombre a su padre y a su madre, se une a su mujer y los dos se hacen una sola carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne. Así pues, lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre". Le replicaron: "Entonces, ¿por qué Moisés mandó darle el acta de divorcio al repudiarla?" Les respondió: "Por vuestro carácter inflexible os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres.” °°° Mateo 19, 3-12.
 
            Existen dos principios que la generación en tiempo de Jesús de Nazareth, no lograban entender. La fidelidad y la indisolubilidad. Hablar de estos dos principios “In sensu lato” es un gran beneficio para identificarse con el Reino de Dios. Alguien decía que la vocación de todo ser humano es la comunión eterna con Dios. Repudiar a las personas, agredir a las personas, difamar de las personas no arregla el problema.
 
Lo que pretende el Salvador del mundo es que la humanidad aprenda a vivir y a respetar las reglas del Reino de Dios que están elaboradas para todos aquellos que crean en Dios y pretendan hacer su santa voluntad.
 
            El Papa Benedicto XVI afirmó que la fidelidad de Dios es clave para entender nuestra fidelidad. Una excelente posición de Dios frente al hombre es haberle dicho: Yo permanezco fiel y ustedes deben ser fieles, si ustedes no me son infieles, yo sigo siendo fiel.
 
La fidelidad es sobre todo un atributo divino: Dios se nos da a conocer como Aquél que es fiel para siempre a la alianza que ha establecido con su pueblo, no obstante la infidelidad de éste. En su fidelidad, Dios garantiza el cumplimiento de su plan de amor, y por esto es también digno de fe y veraz. En la medida en que somos fieles, somos dignos de fe. (cfr. Discurso a la academia pontifica eclesiástica, 11 de junio, 2012).
 
            Hablar de fidelidad no entra en contraposición con la indisolubilidad. A Jesucristo le impacta el carácter inflexible de sus discípulos ante la propuesta del Reino de Dios. Las decisiones por ser fiel, por conservarse virgen, por ser casto, por aceptar el celibato no se toman por desprecio, sino que están conectadas en el proyecto de una misión en el contexto del Reino que Dios quiere para la humanidad.
 
Con sabiduría dice la Escritura: "No todos pueden con esa solución, solo los que reciben tal don. Pues hay eunucos que son así de nacimiento; los hay castrados por los hombres y los hay que se han castrado por el reinado de Dios. El que pueda con ello que lo acepte". (Mateo 19, 12).
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https://youtu.be/sLAgvUxRalg