SER PROFETA TIENE SUS RIESGOS Y BONDADES Evangelio sábado 5 de Agosto 2023
SER PROFETA TIENE SUS
RIESGOS Y BONDADES
Evangelio sábado 5 de
agosto 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Escuchó el virrey Herodes lo que se
contaba de Jesús y dijo a sus ayudantes: "Ése es Juan Bautista, que ha
resucitado de entre los muertos, y por eso los poderes actúan en él." Es
que Herodes había m andado prender a Juan y lo había metido en la cárcel
encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo;
porque Juan le decía que no le estaba
permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente,
que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías
danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes que juró darle lo que
pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: "Dame ahora mismo en una
bandeja la cabeza de Juan Bautista." °°° Mateo 14, 1-12.
Ser un buen profeta tiene sus riesgos.
Embarga peligros, momentos difíciles, envidias, rencillas, contiendas. Ser
profeta tiene su parte amable: Es un enviado de Dios, goza de la sabiduría de
Dios, entiende en sentido amplio la misma existencia, es un privilegio divino
para un ser humano ser profeta en nombre de Dios. Es muy cierto que nadie es
profeta en su tierra. (cfr. Lucas 4, 24).
Es necesario aprender a ubicarse como
profeta. Las connotaciones que enseña la Sagrada Escritura son: Es un hombre de
Dios. Inspirado por Dios. Habla en nombre de Dios. Predica exclusivamente
la Palabra de Dios. Un profeta sabe perfectamente en qué consiste la justicia
social y la fidelidad a Dios. Los profetas son un excelente ejemplo para
quienes creemos y seguimos a Jesús de Nazareth.
Por ejemplo:
Isaías, un buen estadista, asesor
de reyes, poeta, orador, escritor. Lo llamaron el príncipe de los profetas.
Uno de los profetas mayores Hebreos. El
profeta Jeremías hizo énfasis en el arrepentimiento al Reino de Judá. El
profeta Ezequiel se convirtió en el
conductor y el guía del pueblo de Israel, cuando estuvo cautivo en
Babilonia. El profeta Amós insistió en
la práctica de la justicia para con los pobres.
El Papa Francisco enseña que el profeta
debe ser un hombre de “Esperanza”. El verdadero profeta es capaz de llorar
sobre el pueblo que no lo escucha. La
verdad muchas veces es incómoda y no es agradable de escuchar.
Los
profetas siempre han tenido estos problemas de persecución. ¿cuál
es para mí la prueba de que un profeta cuando habla en voz alta dice la verdad?
Es cuando este profeta es capaz no sólo de decir, sino también de llorar sobre
el pueblo que ha abandonado la verdad. Y Jesús, por una parte, le reprocha con
esas palabras duras; «generación perversa y adúltera» dice, por ejemplo; y por
la otra parte llora por Jerusalén.
Ésta es la prueba: un verdadero profeta
es aquel capaz de llorar por su pueblo y también de decir cosas fuertes cuando
debe decirlas. No es tibio, es siempre
así: directo”. (cfr. Homilía, 17 de abril, 2018).
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https://youtu.be/oGyLoDf-E2o