UNIDAD Y
COMPLEMENTARIEDAD
Evangelio viernes 18 de
agosto 2023Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron: "¿Puede un hombre repudiar a su mujer por cualquier cosa?" Él contestó: "¿No habéis leído que al principio el Creador los hizo hombre y mujer?" Y dijo: "por eso abandona un hombre a su padre y a su madre, se une a su mujer y los dos se hacen una sola carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne.
Así pues, lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre". Le replicaron: "Entonces, ¿por qué Moisés mandó darle el acta de divorcio al repudiarla?" Les respondió: "Por vuestro carácter inflexible os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres. Pero al principio no era así.” °°° Mateo 19, 3-12.
Dios regala un sabio y práctico consejo para toda pareja humana. Lo normal es que cada persona desee ser feliz y permanecer unida a la otra persona, para toda la vida y hasta que la muerte los separe. Muchos no lo logran. Otros piden consejo. Los más prácticos oran y reflexionan en torno al capítulo 19 del Evangelio según Mateo y sacan sus propias conclusiones: El hombre debe unirse a su mujer. Eso tiene la implicación de guardar la unidad para que se perfeccione la pareja que desea el ideal matrimonial.
La pregunta sería, y cómo se puede conservar la unidad. La respuesta la tiene el Salvador del mundo: “Deja a su padre y a su madre”. La explicación puede ser: Todo proyecto para que consiga el éxito tiene sus prioridades. Jesucristo deseaba el éxito de sus apóstoles en la misión que él les había encomendado. Ellos lo lograron con el consejo de su Maestro: “Que todos sean uno, como el Padre celestial y el Hijo sean uno”. (Juan 17, 20-23).
Hombre y mujer logran la
felicidad matrimonial, cuando cuidan muy
celosamente la vida en pareja, la vida del hogar, la comunión en pareja y la
defienden de los agentes externos. Algo así como siguiendo el consejo
divino: “Haz esto sin olvidar aquello” (Mateo 23, 23. cfr. Lucas 11, 42). El Código
del Derecho Canónico en la Iglesia Católica afirma: “Las propiedades esenciales
del matrimonio son la unidad y la indisolubilidad”. (Canon 1056).
Un segundo requisito para lograr el éxito en la vida matrimonial es la “Complementariedad”. Se trata de vivir juntos, de compartir, de preocuparse el uno por el otro. No deben existir diferencias como raza, machismo, convencionalismos culturales. Una persona se complementa con la otra, cuando le comparte su ser, sus ideales, su cultura, su amor para toda la vida.
Un segundo requisito para lograr el éxito en la vida matrimonial es la “Complementariedad”. Se trata de vivir juntos, de compartir, de preocuparse el uno por el otro. No deben existir diferencias como raza, machismo, convencionalismos culturales. Una persona se complementa con la otra, cuando le comparte su ser, sus ideales, su cultura, su amor para toda la vida.
El mayor éxito de la vida
matrimonial está en la calidad de vida de la pareja. El Papa Francisco
recomienda: Jamás terminen la jornada sin hacer la paz. Haga lo bueno, lo
auténtico y lo bello. La casa se construye juntos y con amor.
https://youtu.be/41iJMSwAuVM
https://youtu.be/41iJMSwAuVM