1 de agosto de 2023

USAMOS CORRECTAMENTE LOS BIENES DE ESTE MUNDO POR EL REINO DE DIOS Evangelio miércoles 2 de agosto 2023


USAMOS CORRECTAMENTE LOS BIENES DE ESTE MUNDO 

Evangelio miércoles 2 de agosto 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra." Mateo 13, 44-46.
 
            En la vida de cada persona, todo tiene su valor, tiene su importancia, tiene su trascendencia, define la vida de esa persona. En la vida de la fe existen tesoros, que los ofrece Dios. Un gran tesoro es el Reino de Dios. Cuando se trata de un tesoro espiritual hay que entrar a definir una escala de valores. 

No es fácil para una persona que le digan que el desprendimiento, el no apego a las cosas de este mundo, que debe decir si desea alcanzar un ideal. Que debe aprender que dos cosas a la vez no funcionan simultáneamente. Dios es muy amigo del libre albedrío.
 
Cada persona debe elegir lo que desea. Dios ofrece las siguientes ayudas de la sabiduría: “Te quedas con el Reino de Dios y el resto vendrá por añadidura” (Lucas 12, 31). “Encomienda tus obras a Dios, y tu vida se afianzará” (Proverbios 16, 3). “La fe no debe descansar en la sabiduría humana sino en el poder de Dios” (1 Corintios 2, 5).
 
            La Escritura recomienda que la persona debe primero a gobernarse así misma, a tomar determinaciones, para que pueda asumir los asuntos de Dios. (cfr. 1 Timoteo 3, 5). Cuando alguien elige el tesoro del Reino de Dios, debe estar muy seguro del paso que asumió: Le sirves a Dios, o a quién desea servirle. (cfr. Josué 24, 15).
 
Tiene la razón el Nazareno cuando le advierte a la humanidad: “Nadie le puede servir a dos patrones, porque odia a uno y ama al otro; es fiel a uno y desprecia al otro; no se le puede servir simultáneamente a Dios y al dinero.” (Lucas 16, 13). La conclusión es el “desprendimiento”.
 
            El desprendimiento es una virtud. Cuando alguien quiere llegar a ser una persona virtuosa, debe empezar por tener hábitos positivos. La moral en nuestra Iglesia Católica enseña que el desprendimiento es el arte de utilizar correctamente nuestros bienes, evitando que la debilidad supedite a la voluntad. 

El Papa Francisco advierte que el desprendimiento de las cosas mundanas, ayudan a contemplar a Jesús, a escuchar su Palabra, a hacer la voluntad de Dios. (cfr. Homilía, 7 de agosto, 2017).
 
En la medida y en la proporción en que una persona se libera de los mundano, de sus apegos, de cosas inútiles, de palabras sin sentido, se hace más presente el Reino de Dios en esa persona

San Francisco de Asís es un buen ejemplo de aquella persona que logró encontrar a Dios gracias a su desprendimiento de los asuntos de este mundo: Descubrió el valor de cuanto lo rodeaba como creación de Dios. Veía en todas las personas la semejanza de Dios.
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https://youtu.be/IHiL_SXyRL8