22 de mayo de 2025

AMAR SEGÚN EL ESPÍRITU DE DIOS Viernes 23 de mayo 2025


EL CRITERIO ES AMAR SEGÚN EL ESPÍRITU DE DIOS 
                                   
Evangelio viernes 23 de mayo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Jesús dijo a sus discípulos: «Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
 
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.». Juan 15, 12-17
 
            El amor es la carta de presentación de un futuro comunicador de la Palabra de Dios. Para lograrlo es necesario tener la experiencia. El punto de partida es Dios. Una persona debe llegar a la conclusión que el amor tiene un origen divino. Quien aprende a amar a Dios, de acuerdo a su Palabra, de acuerdo al Espíritu de Dios, lo hará con la inteligencia y con el corazón. Así lo enseña Dios. “«Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas». (Marcos 12, 28).
 
            Cuando se logra entender el equilibrio que tiene el amor, viene el efecto de la primera recomendación de Dios. Si ya logró amar a Dios, podrá y estará en la capacidad de amar a los demás. Para Dios es muy importante que una persona le demuestre su amor, en la manera como se relaciona y trata a los demás. El buen Dios dirá: “No estás lejos del Reino de Dios” (Marcos 12, 34). 

En el ambiente de la Antigua Alianza, aparece un escrito que pertenece al grupo de la Torá y es el mensaje de la ley de Moisés. Entre los capítulos 17 al 27 encontramos la respuesta al interrogante: ¿Cómo llevar una vida santa y agradable a Dios? Jesucristo recuerda ese presupuesto que decía: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 18, 19).
 
            El nuevo criterio es: “Ámense unos a otros como yo los he amado”. “¡No hay amor más grande de aquel que da la vida para sus hermanos!”. Quien ama le sirve a los demás, no trata al otro como empleado, sino como amigo. Dice el Salvador del mundo: “No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer”. (Juan 15, 14-17).  Quien logra amar a Dios y refleja eso en los demás, el Maestro le dirá: “Haz eso y vivirás” (Lucas 10, 27-28).
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https://youtu.be/9BlVMu9gsVk