8 de mayo de 2025

BUEN DISCÍPULO UNIDO A SU MAESTRO Evangelio viernes 9 de mayo 2025


UN BUEN DISCÍPULO PERMANECE UNIDO A SU MAESTRO
                        
Evangelio viernes 9 de mayo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Discutían entre sí los judíos y decían: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
 
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre. Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm.” Juan 6, 52-59.
 
            Cuando logramos entender a Dios desde la Eucaristía. Un Jesucristo que es verdadero Dios, verdadero hombre, verdadera comida y verdadera bebida. Llegamos a la conclusión que a Dios se le venera y se le sigue desde la caridad y el amor fraterno. Quien se alimenta de la Eucaristía se convierte en un discípulo de la misericordia divina. No tendría sentido comer su carne y beber su sangre y tener actitudes contrarias en la fe. El Maestro enseña: “El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.” (Juan 6, 56)
 
            La vida cristiana consiste esencialmente en vivir en comunión con Jesús de Nazareth. Alimentarse de Jesús de Nazareth. Entender que la misma Palabra de Dios se convierte en comida y en bebida de salvación. Una persona logra vivir en armonía con el Maestro cuando hace su voluntad. Cuando toma su Cruz y lo sigue. Cuando entiende que el mejor discípulo es aquel que está ubicado en el último lugar y es el servidor de todos. 
 
            Si Jesucristo nos enseña que Él es el verdadero alimento y que sin Él no podremos llegar a la vida eterna. Podemos concluir que un discípulo no logrará cumplir perfectamente su misión si no permanece unido a su Maestro. (cfr. Juan 6, 59). Separados del Maestro es imposible ser sus verdaderos misioneros.
 
Un discípulo hace todo en nombre de su Señor. (Colosenses 3, 17). Un discípulo siempre está cumpliendo con el deber de ser un buen servidor. (Lucas 12, 43). Un discípulo aprende de su Maestro que es manso y humilde de corazón. (Mateo 11, 29). Un buen discípulo no participa de conversaciones inútiles y extrañas a la fe. (2 Timoteo 2, 16).
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https://youtu.be/1mgkTiVlcEE