NUESTRA ESPERANZA EN EL ESPÍRITU SANTO Evangelio lunes 26 de mayo 2025
NUESTRA ESPERANZA ESTÁ EN EL ESPÍRITU SANTO
Evangelio lunes 26 de mayo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus
discípulos: «Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el
Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí. Y
ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio. Les he
dicho esto para que no se escandalicen.
Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos
que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios. Y los tratarán así
porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Les he advertido esto para que
cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho.» Juan 15, 26 – 16, 4ª.
Nuestra confianza la depositamos
en el Espíritu Santo. El Hijo de Dios nos pide que nos dejemos guiar por su
Santo Espíritu. El mismo Espíritu de Dios, sostiene su obra, da la
sabiduría, fortalece ante la persecución y las amenazas. Jesucristo permite que
obra la lleve a plenitud el Espíritu Santo. Quien se deje guiar por el Espíritu
divino logrará cumplir con la misión encomendada.
Nos acostumbramos a hacer la
voluntad de Dios. Somos dóciles ante la Palabra de Dios, somos dóciles ante
los mandatos del Salvador, somos dóciles al Espíritu Santo que viene de Dios. La
docilidad determina nuestra obediencia al pedido de Dios. El Papa Francisco nos recuerda que
sin la acción del Espíritu Santo no logramos entender el mensaje de Dios. En las profecías estaba escrito
que el Señor habría venido a salvar a todos los pueblos, tal como lo refiere el
capítulo 60 de la profecía Isaías. (cfr. Homilía, 28 de abril, 2015).
El Espíritu Santo es la Esperanza
que Jesucristo le regaló a la humanidad. La misión del Espíritu Santo está siempre unida
y ordenada a la del Hijo (cfr. Juan 16, 14-15). (Catecismo 485)
El
Espíritu Santo coopera con el Padre y el Hijo desde el comienzo del
Designio de nuestra salvación y hasta su consumación. (Catecismo 686)
Cuando
pensamos que las esperanzas están perdidas, la Palabra de Dios nos recuerda
que: Dios promete a Abraham una descendencia, como fruto de la fe y del poder
del Espíritu Santo (cfr. Génesis 18, 1-15; Lucas 1, 26-38). Esta descendencia será Cristo (cf. Gálatas 3,
16) (Catecismo 706). El Espíritu Santo nos da seguridad en la Esperanza. Los
creyentes esperamos el Regreso glorioso del Señor Jesús. Lo expresamos con
la frase: “Ven Señor Jesús”.
(Apocalipsis 22, 20).
Después de la Resurrección, el
Espíritu Santo es el verdadero «alter ego» de Cristo, Aquel que ocupa su lugar,
que lo hace presente y operante en la Iglesia. Es Él quien «anunciará lo que ha
de venir» (cfr. Juan 16, 13) (cfr. Papa Francisco, audiencia, 11 de diciembre,
2024).
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https://youtu.be/tnKjQAN_DfQ