MARÍA SANTÍSIMA MODELO DE ALEGRÍA Y ESPERANZA Evangelio sábado 31 de mayo 2025
MARÍA SANTÍSIMA, MODELO DE ALEGRÍA Y ESPERANZA Evangelio sábado 31 de mayo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Se levantó María
y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en
casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el
saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de
Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la
madre de mi Señor venga a mí?
Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu
saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas
de parte del Señor! Y dijo María: Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se
alegra en Dios mi salvador.” Lucas 1, 19-56
María Santísima se convierte en
modelo perfecto de alegría, esperanza y comunicadora de lo que implica dar a
luz al Salvador del mundo. Visita a su prima y le comunica esa
trascendental noticia. Los católicos guiados por el Espíritu de la Santísima
Virgen tenemos un modelo de oración muy completa donde contemplamos los
misterios del Hijo de Dios, los de su Santísima Madre y las implicaciones que
tuvo la muerte y la resurrección del enviado del Padre celestial.
Los misterios de gozo según el
Santo Rosario nos ubican ante la virtud de la Esperanza cristiana. Dios piensa
en continuar su propuesta de salvación para hombres y mujeres. Ofrece
medios para que lo logremos. Se le ocurre enviar a un mensajero para que, a
través de una mujer concebida sin pecado, se produzca la encarnación de su Hijo
y éste sea la esperanza para la humanidad. (cfr. Lucas 1, 26-27). María
Santísima atendiendo el llamado del Dios Salvador, le comunica esa noticia a su
prima Santa Isabel. (cfr. Lucas 1, 39-42).
El Salvador nace y con él se cumplen todas las
promesas salvíficas del Padre celestial. (cfr. Lucas 2, 1-7). Nuestra Madre
celestial le enseña a la humanidad que quienes creemos en Dios debemos cumplir
y hacer su santa voluntad. Presenta a su Hijo en el templo de Jerusalén. (cfr.
Lucas 2, 21-24). El Salvador del mundo es obediente a su Padre celestial y
comienza a cumplir su misión a temprana edad. Entra en contacto con los
maestros de la ley. (cfr. Lucas 2, 41-47).
María Santísima e Isabel su prima
nos permiten pensar bíblicamente en dos promesas: El Mesías está presente
en el vientre virginal de María y se encuentra con Juan presente en el vientre
de Isabel. El bautista prepara la humanidad para su encuentro con el Mesías
enviado por Dios. Dos noticias de alegría y gozo, que nos recuerdan al gran
David ante el Arca de la alianza. (cfr. II Samuel 6, 12-15).
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https://youtu.be/YhSu-GtfIJc