26 de mayo de 2025

EL ESPÍRITU SANTO NOS INDICA LA VERDAD Evangelio martes 27 de mayo 2025


EL ESPÍRITU SANTO NOS COMUNICA LA VERDAD
                                       
Evangelio martes 27 de mayo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?” Pero al decirles esto, ustedes se han entristecido. Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes.
 
Pero si me voy, se lo enviaré.
Y cuando Él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio. El pecado está en no haber creído en mí. La justicia, en que Yo me voy al Padre y ustedes ya no me verán. Y el juicio, en que el Príncipe de este mundo ya ha sido condenado.” Juan 16, 5-11.
 
            El Espíritu Santo como tercera persona de la Santísima Trinidad, sostiene y continúa la obra del Padre y del Hijo. Su misión le da seguridad a los deseos y anhelos del Maestro de Nazareth. Quienes somos discípulos logramos cumplir la misión guiados por el Espíritu de Dios. Nuestro Catecismo de la Iglesia Católica, nos ubica muy bien en cuanto a la función del Espíritu enviado por Dios.
 
            El Espíritu Santo es la Unción de Cristo, es Cristo, Cabeza del Cuerpo, quien lo distribuye entre sus miembros para alimentarlos, sanarlos, organizarlos en sus funciones. Para enviarlos a dar testimonio. Por medio de los sacramentos de la Iglesia, Cristo comunica su Espíritu, Santo y Santificador, a los miembros de su Cuerpo. (Numeral 739)
 
El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene; más el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables" (Romanos 8, 26). Desde el comienzo y hasta de la consumación de los tiempos, cuando Dios envía a su Hijo, envía siempre a su Espíritu: la misión de ambos es conjunta e inseparable. (Numeral 743).
El Hijo de Dios es consagrado Cristo (Mesías) mediante la unción del Espíritu Santo en su Encarnación (cfr. Salmo 2, 6-7). (Numeral 745). 
 
            El Espíritu viene mandado en virtud de la redención obrada por Cristo: «Cuando me vaya os lo enviaré. Más aún, «según el designio divino, la «partida» de Cristo es condición indispensable del «envió» y de la venida del Espíritu Santo, indican que entonces comienza la nueva comunicación salvífica por el Espíritu Santo» (Catequesis san Juan Pablo II, 26 de mayo 1989. Numeral 4).
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https://youtu.be/jOSed4EviIw