2 de mayo de 2025

LA CRUZ, SÍMBOLO DEL CRISTIANISMO Evangelio sábado 3 de mayo 2025


LA CRUZ ES SÍMBOLO DEL CRISTIANISMO 
                    
Evangelio sábado 3 de mayo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por Él vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.” Juan 3, 13-17.
 
            La Cruz es el símbolo del cristianismo. Es la guía para nuestra vida de fe. Jesucristo logró cambiar la historia a través de la Santa Cruz. La Cruz es señal de salvación para todo aquel que cree en el Redentor del mundo. Todos sabemos por nuestra fe que Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar a las personas, sino para que el mundo se salve por Él. El Hijo de Dios salva desde la Cruz a través de su infinita misericordia y la bondad de su ser de Dios.
 
            El apóstol san Pablo advierte sobre la identidad de Dios y el motivo de la Cruz en el Maestro de Nazareth: “el Señor es rico en misericordia… nos vivificó juntamente con Cristo… nos hizo sentar en los cielos … (Efesios 2, 4-6). La prueba que Dios nos ama es que, siendo pecadores, Cristo murió por nosotros … (Romanos 5,8) Dios no podía darnos una señal o un signo mejor de su amor que la Cruz de Cristo. Quien pretenda entender su propia vida, debe necesariamente contemplarla desde el madero de la Cruz. La fe está allí, en Aquel que murió por nosotros. 
 
            En ningún momento podemos decir que La Cruz es una desgracia. Al Contrario, Dios ha establecido que el Crucificado sea el símbolo de la salvación, la fuente de la vida. La Cruz es “Fons Vitae” (Fuente de vida).   El mayor ejemplo para la vivencia de nuestra Fe es reconocer lo que el Hijo de Dios hizo gracias a la Cruz y lo que ganó para la humanidad.
 
Así lo entendió el Apóstol san Pablo: “siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre.” (Filipenses 2, 6-11).
 
            El testimonio de Jesús les hizo comprender a los discípulos que el camino de la cruz no era de oprobio y maldición, sino una manera radical de optar por la justicia y la paz.
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https://youtu.be/G5y0shwdAqk