3 de mayo de 2025

MENSAJEROS EN NOMBRE DE DIOS Evangelio domingo 4 de mayo 2025


SOMOS MENSAJEROS EN NOMBRE DE DIOS                      
Evangelio domingo 4 de mayo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo».
 
Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Les dijo Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No».
 
Él les dijo: «Lancen la red a la derecha de la barca y encontraréis». La lanzaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra.” °°° Juan 21, 1-19.
 
   El Maestro de Nazareth nos pide que confiemos plenamente en Él, que vayamos con alegría a anunciar su Palabra de salvación, que demos testimonio de lo que anunciamos. Que respaldemos con nuestra vida el mensaje de la Buena Nueva. Lancen la red, es para quien confía en el poder de Dios.
 
      Cumplir con el mandato de anunciar el Evangelio tiene sus principios. El fundamental es darle la Palabra a Cristo, en ningún momento sentirse por encima del mensaje, ni por encima de la comunidad. Al contrario, quien anuncia es el modelo del humilde y sencillo que se vale de la sabiduría divina para poder enseñar. 
 
El apóstol san Pablo dio un excelente ejemplo de este primer principio. Por ejemplo: Él se sintió escogido para anunciar el Evangelio en nombre de Cristo. (Romanos 1, 1). Jesucristo lo envió a anunciar su Palabra desde la sencillez y no desde la soberbia humana. (1 Corintios 1, 17).
 
   Un cristiano debe ser una persona que irradie mucha energía a los demás, alguien de testimonio, un creyente que convence con la fuerza de su corazón, con la amplitud de sus sentimientos, con la nobleza de sus ideas.  
 
 El Papa Francisco nos recuerda: “estamos llamados a anunciar al Resucitado con la vida y mediante el amor; si no es así seremos un organismo internacional con un gran número de seguidores y buenas normas, pero incapaz de apagar la sed de esperanza que tiene el mundo.” (cfr. Homilía, 26 de marzo, 2016). El Espíritu Santo es el mejor regalo para anunciar el Evangelio.
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https://youtu.be/M9NMyHexleM