20 de julio de 2023

LA NORMA SUPREMA DE DIOS ES LA MISERICORDIA Evangelio viernes 21 de Julio 2023


LA NORMA SUPREMA DE DIOS ES LA MISERICORDIA   
  
Evangelio viernes 21 de julio 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Un sábado Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: "Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado". 

Les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes.
 
¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del Hombre es Señor del sábado." Mateo 12, 1-8.
 
            La constitución en una nación es considerada la norma suprema para la vida y la convivencia social en dicho estado. Es llamada la “Norma normarum” Las máximas reglas de comportamiento. El Salvador enseña al mundo judío cuál es la norma general que nos sirve para hacer verdaderamente la voluntad de Dios. La respuesta es: “Quiero misericordia y no sacrificio”
 
El Hijo de Dios está por encima de cualquier norma que los seres humanos quieran proponer a una sociedad. Jesucristo no desea tantos discursos, tanto legalismo, tanta presión psicológica en el sistema de vida espiritual. La norma a seguir es la misericordia, el buen ejemplo, la caridad, la justicia, el testimonio cristiano. Las personas ocupan un lugar especial en el corazón de Dios.
 
            Ser cristiano no es el compendio de un paquete de normas morales. El cristianismo tiene su punto focal que es la persona de Jesucristo. Se trata de seguir a Jesús, de identificarse con Él, de dejarse guiar por el Espíritu de Dios. Cuando una persona creyente le pone más importancia a las normas, estas se hacen tan rígidas, que terminan alejando a quienes están buscando a Dios.
 
            Quien perdona, entiende al otro, le extiende la mano, no cae en la ligereza del juicio, aprende una de las grandes normas de la vida: “Quién soy yo para condenar a los demás”. El mismo Jesús de Nazaret, propone el mandamiento del amor para enseñarnos que la caridad está por encima de cualquier juicio que pretendamos decir en contra de los demás.
 
El santo padre Francisco, hablando sobre el valor del perdón decía: “La Iglesia no se formó por hombres intachables, sino por personas que pudieron experimentar el perdón de Dios”. “Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo: Amando a los suyos hasta el fin; (Juan 13, 34).
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https://youtu.be/J9Z7q9Of2_U