EL DISCÍPULO SE IDENTIFICA CON SU MAESTRO Evangelio domingo 2 de Julio 2023
EL DISCÍPULO SE IDENTIFICA
CON SU MAESTRO
Evangelio domingo 2 de
julio 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a sus apóstoles: "El
que ama a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que ama a su
hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me
sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda
su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el
que me recibe, recibe al que me ha enviado.” °°° Mateo 10, 37-42.
Un buen misionero se identifica plenamente
con su Maestro. El Hijo de Dios toma la palabra para indicarnos lo que Él
quiere, lo que Él desea, lo que Él espera de cada uno de nosotros. La
palabra clave es “identidad”. Cada creyente para que tenga éxito en su vida de
fe, en su misión, necesariamente debe elegir un modelo a seguir. Ese modelo se
llama Jesús de Nazareth. El primer presupuesto es el amor.
La Escritura enseña que el amor está por
encima de cualquier posibilidad. Para Dios es muy importante quien ama, quien
ama sobre todas las cosas y quien ama la misma obra de la creación. “Amar es
hacer siempre el bien”. Toda la gama de mandamientos está centrada en el amor.
Ese es el primer modelo misionero: dejarse guiar por el “Amor”.
El Papa Francisco enseña el significado del
amor en dos criterios: “El amor está más en los hechos que en las palabras
y se conserva como un amor constante. El verdadero amor se comunica, no
permanece aislado, El amor da de sí mismo y recibe, se hace esa comunicación
que existe entre el Padre y el Hijo. Comunicación que es obra del Espíritu
Santo”. (cfr. Homilía, 7 de mayo 2015).
El segundo presupuesto: La persona que se
identifica con su Maestro se compromete a ser un buen profeta, ese recibirá
recompensa digna de profeta. Se compromete a vivir como un hombre justo, recibirá recompensa de justo. Se compromete a practicar la humildad y la
misericordia con los demás, ese no quedará sin recompensa.
Los discípulos de Emaús esperaban un
Jesús profeta, que fuera poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante el
pueblo. (cfr. Lucas 24, 13-35). Los israelitas glorificaban a Dios diciendo:
“Un gran profeta ha surgido entre nosotros” (Lucas 7, 16).
La
persona justa es aquella que obedece a la Palabra de su Señor y hace la voluntad de Dios.
San José es un buen modelo de hombre justo: ejemplo de fe y de confianza en
Dios. (cfr. Mateo 1, 19). La persona
humilde es considerada bienaventurada en la Escritura. (cfr. Mateo 5, 5).
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