EL RESUCITADO TRANSMITE PAZ Y ALEGRÍA Evangelio Martes 17 de Mayo 2022
EL
RESUCITADO TRANSMITE PAZ Y ALEGRÍA Evangelio
Martes 17 de mayo 2022 Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué “En
la última Cena dijo Jesús a sus discípulos: mi paz les dejo, mi paz les doy; no
os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis
oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais,
os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y
os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.” °°°
(Juan 14, 27-31ª).El
hermeneuta bíblico nos pone a pensar en los efectos que produce una verdadera
comunión con Dios. Al Hijo de Dios se le ocurre
la genial idea de indicarle a sus discípulos, a los católicos, a los bautizados,
a los creyentes, cuál es el don que él nos deja, con motivo de
su resurrección y Ascensión. Pues bien, en primer lugar, el Ungido de Dios
nos comunica su paz. Ese tipo de paz y tranquilidad que no se puede
localizar en el mundo terrenal, sino que es la paz que viene de Dios. La paz
que depende del Espíritu de Dios. Toda aquella persona que se convierta en
apóstol del Hijo de Dios, cuenta con la seguridad y la protección que viene de
Dios: “No les doy la paz, como la del mundo”. (Juan 14, 27). En
segundo lugar, Jesucristo, regala la paz y para que esa paz permanezca y no se
pierda por las dificultades normales que implica la evangelización, dicha
paz no es solo de palabra, sino que su fundamento está en la comunión con el
Padre y con el Hijo y por supuesto que el Espíritu Santo. La paz tiene que
ver con el ideal de la comunión. Se puede llegar a la famosa sentencia bíblica:
“Si Dios está con nosotros, quién puede estar contra nosotros”. (Romanos 8,
31). En tercer lugar, el Nazareno,
transmite alegría. la mayor alegría que hay es la del amor, cuyo fundamento
último es la unión perfecta del Padre y el Hijo. Los logros del Maestro, son
los logros de los discípulos. Servidor de la alegría es el título de un
excelente libro escrito por Joseph Ratzinger, en un futuro sería Benedicto XVI,
Papa emérito. El santo padre propone anunciar el Evangelio con alegría.
San Pablo, llama a quienes anuncian la Palabra “servidores” no señores de la
fe, sino servidores de vuestra alegría, dice san Pablo en la segunda carta a
los Corintios (cf. 1, 24). «Servir» debe ser determinante también para
nosotros: somos servidores. Y «servir» quiere decir no hacer lo que yo me
propongo, lo que para mí sería más agradable; «servir» quiere decir dejarme
imponer el peso del Señor, el yugo del Señor. (Benedicto XVI, Lectio Divina, 10
de marzo 2011). El Papa emérito Benedicto XVI
propone Bienaventurados los que trabajen por la paz. “la paz es al mismo tiempo
un don mesiánico y una obra humana. En efecto, la paz presupone un humanismo
abierto a la trascendencia. Es fruto del don recíproco, de un enriquecimiento
mutuo, gracias al don que brota de Dios, y que permite vivir con los demás y
para los demás. Una condición previa para la paz es el desmantelamiento de la
dictadura del relativismo moral y del presupuesto de una moral totalmente
autónoma, que cierra las puertas al reconocimiento de la imprescindible ley
moral natural inscrita por Dios en la conciencia de cada hombre. La paz es la
construcción de la convivencia en términos racionales y morales, apoyándose
sobre un fundamento cuya medida no la crea el hombre, sino Dios.” (Jornada
mundial por la paz, 1 de enero 2013).