TRAICIÓN E INFIDELIDAD NO VAN CON EL CORAZÓN DE DIOS
Evangelio Jueves 12 de mayo 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“En la última cena, después de lavar los pies a sus discípulos, les dijo Jesús: En verdad, en verdad os digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía. «Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís. No me refiero a todos vosotros; yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: «Uno que compartía mi pan fue el primero en traicionarme. Se lo digo ahora, antes que suceda, para que cuando suceda crean y comprendan quién soy yo.” °°° Juan 13, 16-20.La traición es algo despreciable. Nadie es superior a otra persona. Para la mente de Jesús de Nazareth, todos deberían ser hermanos, todos deberíamos cumplir las cláusulas del Maestro: “El discípulo no es mayor que su Maestro” (Lucas 6, 40). “El que manda como el que sirve.” (Lucas 22, 27). “El primero como el último y el servidor de todos.” (Marcos 9, 35). “El que se enaltece será humillado, el que se humilla será enaltecido.” (Lucas 14, 11). La traición es y seguirá siendo algo despreciable en la personalidad, en el espíritu y en la conciencia de un ser humano. Algo inadmisible en un creyente.
La
traición quebranta la lealtad, termina con la fidelidad. Quien se cree superior a los demás, se
engaña así mismo, hace mucho mal a la Iglesia, lastima a las demás personas,
falta al respeto y a la delicadeza con las demás personas. Razón tenía el
apóstol de los gentiles cuando afirmaba: “si alguno se cree que es algo, no
siendo nada, se engaña a sí mismo.” (Gálatas 6, 3). Quien cree estar por encima
de los demás, siempre juzga con criterios humanos, se equivoca tangencialmente,
nunca logrará pensar según la mente de Dios: “Ustedes juzgan con criterios
humanos; yo no juzgo a nadie.” (Juan 8, 15).
El Papa Francisco en una audiencia
jubilar en el año 2016 explicaba la gran enseñanza de Jesucristo a sus
discípulos: “Jesús indica a sus discípulos el servicio como el camino que es
necesario recorrer para vivir la fe en Él y dar testimonio de su amor. El
mismo Jesús ha aplicado a sí la imagen del «Siervo de Dios» utilizada
por el profeta Isaías. ¡Él que es el Señor, se hace siervo! °°° El amor, por lo
tanto, es el servicio concreto que nos damos los unos a los otros. El amor
no son palabras, son obras y servicio; un servicio humilde, hecho en el
silencio y escondido, como Jesús mismo dijo: «Que no sepa tu mano izquierda
lo que hace tu derecha» (Mateo 6, 3).
Esto comporta poner a disposición los
dones que el Espíritu Santo nos ha dado, para que la comunidad pueda crecer
(cf. 1 Corintios 12, 4-11). Además, se expresa en el compartir los bienes
materiales, para que nadie tenga necesidad. Este gesto de compartir y de
dedicarse a los necesitados es un estilo de vida que Dios sugiere también a
muchos no cristianos, como un camino de auténtica humanidad. (12 de marzo
2016). Jesús también nos ha invitado a confesarnos mutuamente nuestras
faltas y a rezar los unos por los otros, para saber perdonarnos de corazón.