10 de mayo de 2022

TODO EN LA VIDA DE JESUCRISTO ES LUZ Evangelio Miércoles 11 de Mayo 2022


TODO EN LA VIDA DE JESUCRISTO ES LUZ  
Evangelio Miércoles 11 de mayo 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
«El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. Yo, soy la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue.” °°° Juan 12, 44-50.        En el credo que recitamos todos los católicos, hablando de Jesús, confesamos: “Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero”. Así iniciamos a conocer el gran Maestro de nuestra vida, la luz que irradia toda luz…. Todo en la vida de Jesucristo es luz. Él mismo es la luz, nada tiene sentido si no logramos ver con claridad, no podemos entender, tropezamos fácilmente, nos dejamos engañar, entorpecen nuestras vidas. La luz verdadera existe, muchos en la actualidad se atreven a vivir sin luz. 
 
            Sabemos que la luz disipa las tinieblas, entendemos que la oscuridad es la presencia desobediente del ser humano en la vida divina.  Cuando aumenta la oscuridad, aumenta la destrucción del hombre, cuando aumenta la luz, se abren nuevas alternativas de superación y entendimiento de la misma realidad que vivimos. El Hijo de Dios advierte: “El que crea en mí no queda en tinieblas. No vine a condenar, sino a salvar. El que me rechaza, tiene quién lo condene.”  El objetivo es que la luz disipe las tinieblas. Cuáles recomendaciones da el Maestro de Nazareth: “Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.” (Juan 9,5). En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. (Juan 1,4). “Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas.” (Juan 12,35). sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. (Mateo 17,2).  vino como testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él.” (Juan 1,7). “Alumbre así vuestra luz a todos los hombres”. (Mateo 5,16).   
 
            El Papa Francisco propone que cada creyente debe dispersar las tinieblas, para hacer resplandecer la luz de Cristo y anunciar el Evangelio.  Es una irradiación que puede derivarse también de nuestras palabras, pero sobre todo debe surgir de nuestras buenas obras”. “Un discípulo y una comunidad cristiana son luz en el mundo cuando dirigen a otros a Dios, ayudando a cada uno a experimentar su bondad y su misericordia”.  Asimismo, el discípulo de Jesús es luz “cuando sabe vivir su fe fuera de los espacios reducidos, cuando contribuye a eliminar los prejuicios, a eliminar las calumnias y a permitir que la luz de la verdad entre en las situaciones arruinadas por la hipocresía y la mentira” “pero no es mi luz, es la luz de Jesús:  somos instrumentos para que la luz de Jesús llegue a todos”.  (Ángelus, 9 de febrero 2020).