21 de mayo de 2022

JESUCRISTO ESCULPE EL ALMA HUMANA Evangelio Domingo 22 de mayo 2022


JESUCRISTO ESCULPE PERFECTAMENTE EL ALMA HUMANA
Evangelio Domingo 22 de mayo 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Afirma el santo Evangelio: “Dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras.  Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14, 23-29)
 
    Jesucristo prepara, dispone, educa el pensamiento y el corazón de todos aquellos que lo siguen. Cada discípulo se ubica en su nueva situación de vida. El futuro del discipulado se descifra con la clave de un Cristo resucitado. La base del seguimiento del Maestro es: Amarlo a él y obedecer su Palabra. “El que me ama, guarda mi palabra. (Juan 14, 23). Eso quiere indicar, que el paso obligatorio es amar a Jesús. Quien no ama a Jesucristo, difícilmente podrá entender y amar a los demás. El que no me ama no guarda mis palabras” (Juan 14,24) Un buen discípulo toma en serio las enseñanzas de su Maestro.  El discipulado, el sacerdocio, la vida consagrada, el misionero, el laico comprometido, solo podrá cumplir con su misión, en la dinámica del amor a un Dios que lo ama. El amor a una Iglesia que lo recibe. El amor, a quienes tendrá que anunciar la palabra que da vida.
 
            La misión del Hijo y la misión del Espíritu Santo se encuentran, enlazadas la una con la otra, se complementan, afirman la verdad y la victoria del amor: Así lo enseñó el salvador del mundo: “El que sabe mis mandamientos y los guarda, ese me ama” (Juan 14,21). Quien no lo logre, se convertirá en un arrogante y orgulloso. El Maestro esculpe muy bien al alma humana. Jesús plantea toda la formalidad de su Reino basado en el amor. Es una realidad que debe darse necesariamente en aras del cumplimiento de las promesas, en aras de la organización social, en aras del cambio de mentalidad cultural, en aras de la salvación y de la vida eterna. “El maestro de la vida trabajó en el inconsciente de sus discípulos sin que ellos lo notasen. Hizo un trabajo psicológico magnífico. Los preparó no solamente para la primavera de la resurrección, sino también para el invierno riguroso de la Cruz (cfr. Marcos 8, 31-33). (Augusto Cury). Un buen discípulo aprende a pensar como Dios y no como los hombres. (cfr. Hechos 5, 29).
 
            María Santísima es el modelo perfecto de un discípulo, de una discípula: fe y docilidad a la Palabra de Dios (Lucas 1,26) obediencia generosa (Lucas 1,38) humildad y sencillez (Lucas 1,48) caridad solícita (Lucas 1,39) sabiduría reflexiva (Lucas 1,29) piedad y cumplimiento de los deberes. (Lucas 2,21) Gratitud por los bienes recibidos (Lucas 1,46).  Hace la voluntad de Dios: “Hágase en mí según tu Palabra” (Lucas 1,38). confía en su Hijo y se preocupa por los demás. (cfr. Juan 2,1-5). Asume el dolor de su Hijo, gana el título de Corredentora “Ahí tienes a tu madre” (cfr. Juan 19, 27). responde a la misión encomendada. Acompañó siempre a los apóstoles.  (cf. Hechos 1,14).