14 de diciembre de 2023

EL SABIO SE DEJA GUIAR POR LOS SIGNOS DE DIOS Evangelio viernes 15 de diciembre 2023


EL SABIO SE DEJA GUIAR POR LOS SIGNOS DE DIOS
    
Evangelio viernes 15 de diciembre 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a la multitud con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo: "Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado cantos fúnebres, y no os habéis lamentado."
 
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: "Demonio tiene." Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores." Y la Sabiduría se ha hecho prestigiosa por sus obras.” Mateo 11, 16-19
 
            La salvación viene de Dios, es de Dios, es una puerta siempre abierta para la humanidad. La vida se le complica a un ser humano, cuando no está disponible para aceptar la propuesta de Dios. Cuando la persona es terca, intransigente. Lo contrario, cuando la persona se cree salvada, piensa que ha hecho muchas cosas y por ende no necesita de más salvación. Un creyente debe entender y lograr vivir de acuerdo a la siguiente premisa: “La sabiduría se hace prestigiosa por sus obras” (Mateo 11, 19).
 
            Quien hace la carrera de sabio en su experiencia de fe, no se complica la vida, no entra en discusiones, no forma polémicas, no cree que en discutir está el carácter de la verdadera evangelización. La Escritura considera a los Magos como personajes sabios que sabían interpretar los signos de Dios. La decisión que tomaron fue muy sabia. “Vieron una estrella y se pusieron en camino”. (Mateo 2, 9). El verdadero sabio se deja guiar por los signos de Dios y no por los signos de los hombres.
 
            Muchos judíos encontraron los caminos de Dios, porque se maravillaron y creyeron, viendo los signos que Él hacía. (cfr. Juan 2, 24). Los signos muestran el ser y la misión del Hijo de Dios. El mismo Salvador advierte que no nos dejemos confundir por los signos que exigen los seres humanos.
 
Hay momentos en que el signo es como un reto para el Nazareno, quien enfrenta muy bien la controversia y le responde a la humanidad. “No se les dará más signos que la experiencia del profeta Jonás” (Mateo 12, 38-40). El Mayor signo es la misma pasión, muerte y resurrección del Maestro.
 
            Los signos nos brindan un excelente punto de apoyo para saber si estamos en los caminos de Dios.  Por ejemplo: El signo de la alegría. “El corazón alegre es una buena medicina” (Proverbios 17, 22). Nuestra paz interior. “No hay que permitir que las preocupaciones nos perturben la paz que viene de Dios” (Filipenses 4, 6-7).
 
 Las buenas obras. Le demostramos a los demás lo grande que es nuestra fe por lo que somos y por lo que hacemos. (Santiago 2, 18). Nuestra manera de ser debe reflejar la gracia y el perdón que hemos recibido de Dios. (cfr. Efesios 4, 32).
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