2 de diciembre de 2023

QUIEN ES DÓCIL ESTÁ ATENTO A LA VOZ DE DIOS Evangelio domingo 3 de diciembre 2023


QUIEN ES DÓCIL ESTÁ ATENTO A LA VOZ DE DIOS   

Evangelio domingo 3 de diciembre 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando,
 
así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que legue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta" Marcos 13, 33-37
 
            Estar vigilante y atento son actitudes muy propias de aquellas personas que han logrado madurar en su fe, saben organizar sus vidas en torno a la Palabra de Dios, guardan un buen punto del equilibrio, no exageran hablando del tiempo final del mundo, al contrario, son personas mesuradas, prudentes, siguen las reglas del Evangelio: “No se dejan coger del sueño”.
 
Como la fecha de la venida del Señor no la conocemos, por eso es necesario vivir atentos y vigilantes.” Lo peor que nos podría ocurrir, es que llegue ese momento y no nos encontremos preparados. El mismo Dios prevé esta situación diciendo “no sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos”.
 
Un santo Obispo distinguía el sueño del cuerpo y el sueño del alma: “Dios ha concedido al cuerpo el don del sueño, con el cual se restauran sus miembros, para que puedan sostener al alma vigilante; lo que debemos evitar es que nuestra alma duerma. Malo es el sueño del alma. El sueño del alma es el olvido de Dios... A éstos el apóstol Pablo les dice: Despierta tú que duermes, levántate de entre los muertos y te iluminará Cristo... Efesios 5, 14. (S. Agustín Salmo 62)   
 
Permanezcan atentos es la recomendación de Dios para la humanidad. Es como una voz de alerta ante lo que pueda suceder. La pregunta sería cómo estar atentos? La respuesta la tiene el profeta del siglo VIII: “Todos nosotros éramos como impuros, y nuestros méritos no valían más que un paño sucio. Somos como las hojas caídas, y nuestros pecados nos arrastran como el viento. °°° Yahvé, tú eres nuestro Padre, somos la greda que tus manos plasmaron, todos nosotros fuimos hechos por tus manos.” (Isaías 64, 5 y 7).
 
 Somos arcilla y nos dejamos edificar en manos del Alfarero que es Dios. Nos acostumbramos a hacer la voluntad de Dios. Somos dóciles ante la Palabra de Dios, somos dóciles ante los mandatos del Salvador, somos dóciles al Espíritu Santo que viene de Dios. La docilidad determina nuestra obediencia al pedido de Dios
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https://youtu.be/YyN5KS-LXv0