Evangelio para el domingo 13 de febrero 2022.
Afirma el santo Evangelio: °°° “Jesús dirigió la
mirada hacia sus discípulos y dijo: «Dichosos los pobres, porque el Reino de
Dios es para ustedes. Dichosos los que ahora pasan hambre, porque tendrán
alimento en abundancia. Dichosos los que ahora lloran, porque reirán.” (Lucas 6, 17.20-26). Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué.
El Hijo de
Dios nos propone una nueva forma de vivir la vida. Su inspiración está en el
amor, la paz, la justicia, el servicio, la caridad, el perdón, la paz. Si
alguien desea adoptar un excelente programa de vida, tendrá que pedirle esa
Gracia tan especial al Espíritu Santo. El
catecismo de la Iglesia Católica, nos permite conocer el ser y la acción del
Espíritu Santo. Así podemos comprender que el Espíritu de Dios, coopera con el
Padre y el Hijo desde el comienzo de la historia hasta su consumación.
El
Espíritu Santo con su gracia es el "primero" que nos despierta en la
fe y nos inicia en la vida nueva. Jesucristo nos presenta al Espíritu Santo
diciendo: "El Padre os dará otro Paráclito" (Juan 14,16). El Maestro
de Nazareth habla del Espíritu de la verdad. Permanecer en la misma verdad, es
la clave para vivir de acuerdo al Espíritu Santo.
El Papa Francisco
demuestra cómo el Espíritu Santo, transforma maravillosamente la vida de cada
persona. Enseña el santo padre: “los hombres espirituales devuelven bien por
mal, responden a la arrogancia con mansedumbre, a la malicia con bondad, al
ruido con el silencio, a las murmuraciones con la oración, al derrotismo con la
sonrisa”. “El Espíritu plasma a la Iglesia y al mundo como lugares de hijos y
hermanos. Hijos y hermanos: sustantivos que vienen antes de cualquier otro
adjetivo. El Espíritu Santo da a quienes lo reciben “una armonía tan profunda
que puede transformar incluso las persecuciones en bienaventuranzas”. (Homilía
9 de junio 2019).
La Sagrada Escritura
nos permite definir un camino práctico y correcto para lograr una vida
agradable a los ojos de Dios. Una vida Bienaventurada. Por ejemplo una vida
santa: Jesucristo define quién puede ser una persona bienaventurada: Los pobres
en el espíritu, los justos, los misericordiosos, los limpios de corazón, etc. (Mateo
5, 1-12).
Quien cumpla la ley de Dios llegará a ser una persona grande. “Aquel
que se encolerice contra su hermano, será reo. No jurar en modo alguno. No a la
ley, ojo por ojo y diente por diente. (5,38). Amar a los enemigos y orar por
los que nos persiguen”. Cuida tu salud: Bienaventurada sea toda aquella persona
que logre organizar su proyecto de vida, siendo agradable a Dios y útil a los
demás en una sociedad.