Evangelio domingo 27 de febrero 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
Dice la Sagrada Escritura: °°° “Dijo Jesús a los discípulos una
parábola: « ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el
hoyo? No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su
aprendizaje, será como su maestro. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu
hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? °°° Lucas 6, 39-45.
Todo en la
vida tiene su lógica. Cada acto tiene su razón de ser. Cada palabra expresa el
interior de alguien, cada juicio presenta su propio personaje. La manera de
actuar de cada persona, indica la nobleza y la bondad de su ser. Aprendemos del
aforismo bíblico latino: “Ex abundantia cordis os loquitur”. De la abundancia
del corazón habla la boca. (Mateo 12, 34).
Corren mucho peligro los discípulos del
Nazareno que hablan demasiado de los demás. El hablador contumaz siempre camina
en terreno peligroso. El Hijo de Dios propone el carácter moral que debe
distinguir un discípulo: “Todo el que esté bien formado, será como su
Maestro.” Así lo explica el hermeneuta
bíblico.
Quien
pretenda ser un excelente discípulo de su Maestro, deberá ser una persona
virtuosa, alguien carismático, un buen escucha y obediente a su director:
Deberá tener las mismas actitudes y comportamientos del Salvador del mundo. La
bandera de ese discípulo será la prudencia. Un discípulo no juzga, ni condena a
los demás. Pensará en la responsabilidad para que pueda crecer en la fe, por
ejemplo: Primero mira sus propios defectos para poder darle la mano a los
demás.
El Mesías
propone criterios para que un discípulo sea un buen líder de su comunidad: El
punto de apoyo siempre debe ser la vida de Jesucristo. No debe imponer sus
ideas, sino exponer las del Evangelio. La formación permanente no puede faltar.
La auto evaluación es método excelente para avanzar como discípulo.
El
discípulo sigue a su Maestro: Por lo tanto no anda en tinieblas. (cfr. Juan
8,12). Se adapta a las exigencias del
Maestro. Toma su cruz y lo sigue. (cfr. Mateo 10,38). Las reglas del Maestro le dan seguridad al
discípulo. El Papa Francisco piensa que para ser buen discípulo de Cristo se
requiere: Itinerancia, prontitud y decisión. (Ángelus 30 de junio, 2019). Cuida
tu salud: Un discípulo, un creyente, no es juez de los demás.