TODO ES POSIBLE PARA QUIEN TIENE FE
Evangelio Lunes 21 de febrero 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez Arquidiócesis de Ibagué.
«Maestro, te he traído a “Cuando Jesús bajó del monte y llegó al sitio donde estaban sus discípulos, vio que mucha gente los rodeaba y que algunos escribas discutían con ellos. Cuando la gente vio a Jesús, se impresionó mucho y corrió a saludarlo. Él les preguntó:
«Maestro, te he traído a “Cuando Jesús bajó del monte y llegó al sitio donde estaban sus discípulos, vio que mucha gente los rodeaba y que algunos escribas discutían con ellos. Cuando la gente vio a Jesús, se impresionó mucho y corrió a saludarlo. Él les preguntó:
“¿De
qué están discutiendo?” De entre la gente, uno le contestó: “Maestro, te he
traído a mi hijo, que tiene un espíritu que no lo deja hablar; cada vez que se
apodera de él, lo tira al suelo y el muchacho echa espumarajos, rechina los
dientes y se queda tieso.
Les he pedido a tus discípulos que lo expulsen, pero no han podido”. Jesús les contestó: “¡Gente incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho”. Y se lo trajeron. En cuanto el espíritu vio a Jesús, se puso a retorcer al muchacho; lo derribó por tierra y lo revolcó, haciéndolo echar espumarajos. Jesús le preguntó al padre: “Cuánto tiempo hace que le pasa esto?”
Contestó el padre: “Desde pequeño. Y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua para acabar con él. Por eso, si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos”. Jesús le replicó: “¿Qué quiere decir eso de ‘si puedes’? Todo es posible para el que tiene fe”. (Marcos 9, 14-29).
Todos nosotros llevamos un poco de
incredulidad. Es necesario una oración fuerte, y esta oración humilde y fuerte hace que Jesús pueda
obrar el milagro. La oración para pedir un milagro, debe ser una oración coral,
que nos involucre a todos. Así lo entiende el Papa Francisco. (Homilía, 20 de
mayo 2013).
Es
decir, no se queda a nivel subjetivo, intimista, sino que creemos en un Dios
que se ha revelado a través de la Palabra que hemos recibido de la Iglesia. La fe es compromiso. Compromete mi
vida con Dios en la fidelidad a su Ley y en la donación total a Él.
La incredulidad es un serio obstáculo para que alguien pueda ser merecedor de la salvación que ofrece Dios. El reclamo del Hijo de José y de María es la fe. No solo preguntarle a alguien si tiene fe o sencillamente no le interesa el tema de la Fe. La propuesta es más sabia e inteligente: ¿Qué repercusiones tiene la fe en la vida de un ser humano? ¿Cuánto le cambiaría la vida a una persona, si fuera de fe? ¿Cuánto sabe una persona sobre la misma fe? El catecismo de la Iglesia Católica nos ilustra bien sobre el tema de la Fe.
Las personas que se acostumbran a definir y
saber muy bien el concepto de lo que quieren en sus vidas, terminan siendo muy
grandes y talentosas. La fe es la fuerza de la vida. Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.