19 de febrero de 2022

JESUCRISTO ES VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE Evangelio Sábado 19 de Febrero 2022

JESUCRISTO ES VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE
Evangelio sábado 19 de febrero 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
“Jesús se llevó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo. Se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús. Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, ¡qué bien se está aquí hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías»; - pues no sabía qué responder ya que estaban atemorizados -.

Entonces se formó una nube que les cubrió con su sombra, y vino una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado, escuchadle».. Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos. Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar de entre los muertos».

Y le preguntaban: «¿Por qué dicen los escribas que Elías debe venir primero?» Él les contestó: «Elías vendrá primero y restablecerá todo; mas, ¿Cómo está escrito del Hijo del hombre que sufrirá mucho y que será despreciado? Pues bien, yo os digo: Elías ha venido ya y han hecho con él cuanto han querido, según estaba escrito de él». Marcos 9, 2-13.

El misterio de la pasión de Cristo, se puede entender desde su Transfiguración. El Papa Francisco aclara que: “Si antes de la Pasión no se nos hubiera mostrado la transfiguración con la declaración por parte de Dios, ‘Este es mi hijo amado’, la Resurrección y el misterio pascual de Jesús no habría sido fácilmente comprensible en toda su profundidad.” (cfr. Ángelus, 6 de agosto 2021). 

El Concilio ecuménico Vaticano II en nuestra Iglesia Católica habla de la transfiguración del Maestro como una muestra perfecta de la pedagogía de Dios, para entender la divinidad de Cristo. Jesucristo es Dios porque es la Palabra del Padre encarnada y es hombre porque se identificó en todo con el hombre, entró en el mundo de los humanos y le enseñó a hombres y mujeres a entender la vida plena desde la divinidad pero encarnada en la humanidad. Se identificó en todo, menos en el pecado. (cfr. Gaudium et Spes, 22).

            La transfiguración del Maestro muestra el rostro de Dios ante la humanidad.  Elige a pocos para este gran momento; completa el evento con el recuerdo de Moisés y de Elías. Se unen varias realidades en un solo conjunto. El verdadero rostro de Dios renovador y liberador en contraste con la ley y los profetas que llegan a su plenitud.