28 de febrero de 2022

QUIEN PRACTIQUE SIEMPRE EL BIEN LLEGARÁ A LA VIDA ETERNA Evangelio Lunes 28 de Febrero 2022.

QUIEN PRACTIQUE SIEMPRE EL BIEN LLEGARÁ A LA VIDA ETERNA
Evangelio para el lunes 28 de febrero 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Cuando Jesús salía al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: Maestro bueno, ¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre» Él, entonces, le dijo: Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.

Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: ¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!» Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: ¡Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Marcos 10, 17-27. 

San León Magno, afirmaba que la vida eterna está reservada para los limpios de corazón. Para todos aquellos que logren ser fieles hasta el último momento de su vida, en su fe y en su relación con Dios. Toda persona que cultive y defienda su propia Fe, podrá entender que Dios envió su Hijo al mundo, para que todo el que crea en El, tenga la vida eterna. (cfr. Juan 3,16).

            El Hijo de Dios recoge la excelente propuesta de la ley de Dios, centrada en el mandamiento del amor y en aras de la vida eterna. Si se trata de pensar en la eternidad, habría que centrar los afectos, los sentimientos, los pensamientos, el buen deseo, en el amor a Dios, amor a los demás y el amor y la estima a sí mismo. Jesús plantea toda la formalidad de su Reino basado en la práctica del amor cristiano. Es una realidad que debe darse necesariamente en aras del cumplimiento de las promesas, en aras de la organización social, en aras del cambio de mentalidad cultural, en aras de la salvación y de la vida eterna.

El Papa Francisco propone tres pasos para alcanzar la vida eterna: aprender a hacer el bien al prójimo “Si quieres entrar en la vida eterna, observa los mandamientos” (Mateo 19, 17). Pasar de la lógica del “mérito” a la del don. “Si quieres ser perfecto ve, vende todo lo que posees, dalo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo” (Mt 19, 21). La imitación “Ven y sígueme”. Seguir a Cristo no es una imitación exterior pues toca todo el hombre en su profunda interioridad. Ser discípulo de Jesús significa estar conforme a Él. (cfr. Mateo 19,29). (cfr. Mensaje 3 de agosto, 2021).