EL TEMPLO ES LUGAR PROPICIO PARA ALABAR A DIOS Evangelio Viernes 18 de Noviembre 2022
EL
TEMPLO ES LUGAR PROPICIO PARA ALABAR A DIOS Evangelio
Viernes 18 de Noviembre 2022 Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué Dice
el santo Evangelio: “Jesús entró en el templo y se puso a echar a los
vendedores, diciéndoles: «Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero
vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”». Todos los días enseñaba en
el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales
del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el
pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.” Lucas 19, 45 – 48 Los hermeneutas bíblicos ubican al
profeta Malaquías en el año 460 a. C justo en ese tiempo histórico la comunidad
judía se había reconstituido y el templo restaurado. El problema es que sigue
el pecado tradicional de la indiferencia religiosa, el culto formalista, la
moral está en decadencia. Este querido profeta exhorta a corregir las malas
costumbres y a disponer la comunidad para la llegada de Dios. Malaquías
profetiza precisamente la entrada del Hijo de Dios al templo de Jerusalén: “"Estoy
para enviar a mi mensajero, al que despejará el camino delante de mí; pues
pronto entrará en su santuario el Señor que ustedes piden. Fíjense que ya llega
el mensajero de la Alianza que ustedes tanto desean, dice Yahveh de los
ejércitos." (Malaquías 3, 1). El
Maestro de Nazareth enseña una religión donde el templo es la casa de Dios,
casa de oración,
(cfr. Isaías 56, 7), no un centro de mercadería. Su santa Palabra tiene como
fundamento el amor. Su deseo es que haya hombres y mujeres que se alimenten
de su Palabra y sean mensajeros de la salvación que Él ofrece.El profeta Jeremías llama la atención a los
creyentes en Dios, para que no tomen el templo como un refugio de todos los que
hacen mal a los demás. Dice el vaticinador: “"Vienen a presentarse ante
mí, en este Templo que lleva mi Nombre, y dicen: «¡Aquí estaremos seguros
después de cometer tantas maldades!» (cfr. Jeremías 7, 9-11). El
templo es lugar más propicio para alabar a Dios. Así lo
vivieron y lo experimentaron los apóstoles cuando su Maestro después de la
resurrección los bendijo. Dice la Escritura que ellos regresaron a Jerusalén y
estaban continuamente en el templo alabando a Dios. (cfr. Lucas 24,
46-53). Nuestra Iglesia católica destaca
la importancia del Templo como casa de Dios, como lugar de encuentro, como
sitio donde se celebran y se viven en comunidad los sacramentos, como un signo
de Dios. Por ejemplo: en la ciudad de Roma se encuentran las basílicas de
los apóstoles san Pedro y san Pablo, símbolos de la unidad de la Iglesia. La
basílica de san Pedro inició su construcción en el año 323 y la basílica de san
Pablo extra muros fue reconstruida por el Papa León XIII y consagrada
nuevamente por el Papa Pío IX. SI
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